La jueza impuso en un principio a J. R., ciudadano de nacionalidad uruguaya y con orden expulsión pendiente , una condena de dos años y seis meses de prisión tras considerarlo responsable de un delito de hurto.

También le condena a indemnizar a la empresa en la que cometió su delito con 40.000 euros más intereses, pero dicha pena le fue sustituida en primera instancia, dado que cabe recurso ante la Audiencia, a su expulsión de territorio español, que quedó pendiente hasta la resolución del tribunal provincial, por lo que no es firme.

El acusado, según consta en los hechos probados de la sentencia judicial entró a la 9.30 horas del 20 de julio del año 2006 en una oficina de Caja Badajoz, sita en la carretera de Corte, en la capital pacense, en compañía de una mujer.

Tras solicitar y realizar varias operaciones de cambio de moneda por billetes al empleado que le atendía, "en un descuido de éste, sin emplear fuerza ni violencia, cogieron él y una mujer que lo acompañaba una saca con 40.000 euros" que había llevado una empresa de seguridad a la entidad bancaria para guardar en la caja fuerte.