Las obras del primer tanatorio de la ciudad se encuentran en su recta final. En estos momentos se ha ejecutado un 85% del proyecto iniciado a finales del 2003 por la funeraria La Nueva. El edificio ya está levantado en unos terrenos junto al puente Real, en la margen derecha del Guadiana, y sólo queda el acristalamiento, la carpintería, la pintura y la urbanización exterior.

Si todo marcha como está previsto, el tanatorio abrirá en el mes de noviembre, según las previsiones del responsable de la funeraria La Nueva, Carlos García Tomé, quien explicó que éste será "el tanatorio más grande de la provincia con 10 tanasalas de unos 40 metros cuadrados cada una, con túmulo". También dispone de una sala de autopsias, una capilla con capacidad para cerca de 200 personas, cafetería, sala de espera, amplios pasillos, y otras dependencias.

El objetivo, según Carlos García, es que las familias encuentren allí todos los servicios necesario "con el fin de que no se tengan que mover más que para ir al cementerio".

Este servicio, en su opinión, era muy demandado, ya que Badajoz, pese a ser la ciudad con más población de Extremadura, no dispone de tanatorio, tan sólo de dos salas de necropsia en los hospitales Infanta Cristina y Perpetuo Socorro.

El tanatorio estará equipado y dispuesto para ofrecer comodidad e intimidad a las personas que lo demanden, que dispondrán de sillones cómodos, espacios amplios y luminosos, "en definitiva un servicio profesional", según señaló.

La inversión inicial de esta iniciativa es de 3,3 millones de euros y la empresa aún no ha fijado los tarifas que cobrarán. "Hay muchas personas que tienen incluido este servicio en su póliza de seguro". Carlos García recordó que los precios que se cobran en Extremadura oscilan entre 250 y 500 euros.