Las aulas de los colegios de la ciudad volvieron ayer a abrir por las tardes. Unos 135 monitores de las 31 disciplinas culturales y deportivas se incorporaron para impartir las actividades formativas complementarias que oferta la Consejería de Educación a los escolares de Infantil y Primaria desde que en el año 2000 se aprobó la nueva jornada escolar, que pasó a ser continuada. A estos se han sumado los 83 monitores de las Escuelas Deportivas Municipales, que atenderán a más de 4.000 niños en las 24 disciplinas deportivas que ofrece el ayuntamiento pacense.

Los distintos colegios registraron ayer por la tarde un trasiego importante de padres y alumnos interesados en conocer el horario de las actividades y a los monitores. Muchas madres se esforzaban en ajustar horarios para que las actividades elegidas pudieran coincidir el mismo día y así los niños estarían dos horas seguidas, de las cuatro a las seis. Otras buscaban una actividad que le gustase a su hijo "y que no caiga en viernes, ya que ése es el día de la catequesis para la primera comunión, que en mi parroquia dura tres años", comentaba la madre de un niño de primero de Primaria.

Cada centro decide el tipo de actividades que se adaptan mejor a sus alumnos, aunque "son inglés, informática, educación física, manualidades y teatro, las actividades que tradicionalmente más se solicitan", según la consejería. Sin embargo, con los años, se han incluido otras, como patinaje, ajedrez, artes marciales, o estudio dirigido.

La jornada escolar en Extremadura cumplirá este curso su tercer y último año de proyecto, ya que finaliza en junio de 2008, con lo que Educación reformará la orden que regula la jornada de tarde y las actividades complementarias.

Esto ha suscitado cierta inquietud entre los monitores, sobre todo en aquellos que trabajan en esto desde el principio. Algunos han acudido a los sindicatos "para saber en qué condiciones se va a renovar y que pasará con nosotros", según explicó una monitora.

Los directores de los colegios pacenses, en general, consideran esta política "positiva y acertada", aunque algunos coinciden en que "el éxito de cada actividad depende mucho del monitor", como aseguró la directora del Juan Vázquez, Soledad Muñoz, quien además afirma que "el hecho de ser gratuita hace que pierda valor". Este colegio oferta por primera vez la actividad de estudio dirigido, "muy demandada por los profesores. Consiste en apoyar a los alumnos en aquellos temas o asignaturas en los que están más flojos, para que no se queden descolgados".

Esta directora, al igual que Juan Carlos Grande, jefe de estudios y coordinador de las actividades en el San Fernando, asegura que "habría que plantearse el nivel y la implicación de los monitores". Grande mantiene que "suelen estar preparados para la materia que imparten pero a muchos les falta habilidades y aptitudes pedagógicas para trabajar con niños".

El director del Santa Engracia, Vicente Fernández, apuesta porque repitan siempre los mismos monitores, "el cambio obliga a reiniciar la relación alumno-monitor, algo que cuesta a mis alumnos".