Más de cinco millones de niños de Latinoamérica se levantan cada día para ir a trabajar a basureros, al campo en jornadas maratonianas o prostituirse en lugar de asistir al colegio. Esta es la otra realidad de la infancia sobre la que la Fundación Telefónica quiere concienciar a través de la Caravana Proniño, que desde ayer hace parada en la plaza de la calle Juan Simeón Vidarte (junto al Carrefour de Valdepasillas) para sensibilizar sobre esta problemática con distintas actividades adaptadas por edades.

La fundación ha concertado visitas con distintos colegios y está previsto que entre ayer y hoy pasen por las carpas unos 500 escolares de la ciudad. Para los más pequeños se han preparado cuentacuentos y talleres; para los alumnos de Primaria se han organizado juegos interactivos de preguntas para que conozcan la problemática de estos niños-trabajadores; mientras que los estudiantes de Secundaria pueden participar en un taller de graffiti coordinado por un artista urbano. La caravana también abre sus puertas a los adultos, para los que se han preparado proyecciones y debates.

La iniciativa, que cumple su segundo año y que recorrerá 31 ciudades, fue presentada ayer por el director de Telefónica en Extremadura, Juan Segovia, el director territorial de la fundación, Joan Cruz, y la edila de Servicios Sociales, Rosario Gómez de la Peña,quien agradeció a la fundación que acerque a los niños pacenses la problemática del trabajo infantil que existe en otros países, ya que las campañas de sensibilización deben incidir en ellos "porque son el futuro" y animó a los padres a que visiten junto a sus hijos la caravana, que hoy está abierta de diez de la mañana a dos y de cuatro a ocho de la tarde.

CONTRA EL TRABAJO INFANTIL La caravana forma parte del programa que la compañía desarrolla en Latinoamérica para erradicar el trabajo infantil y que, en colaboración con las oenegés locales, trata de dotar a los menores de los recursos necesarios para que su asistencia no suponga una carga económica para sus padres. Asimismo, la acción se extiende a las familias a las que ayudan con talleres de formación que les permitan elevar sus ingresos para que no necesiten que sus hijos trabajen y también a los centros educativos mejorando las instalaciones (nuevas aulas, comedores...). Hasta el 31 de diciembre, de este programa se habían beneficiado directamente más de 107.000 niños latinoamericanos.