El Teléfono de la Esperanza de Badajoz atendió en 2016 5.000 llamadas, un número similar a las registradas un año antes, con una amplia variedad de problemáticas de la ciudadanía.

El perfil de las personas que utilizan este servicio (924 22 29 40) es muy amplio, desde ciudadanos que descubren esta iniciativa a aquellos que recurren a ella en la búsqueda de alguien que les escuche, ha dicho a Efe el presidente del Teléfono de la Esperanza en Badajoz, Álvaro Cancho.

Aunque en 2016 no se detectó ninguna problemática nueva que sobresaliese en cuanto a número de llamadas, sí ha crecido ligeramente el número de personas jóvenes que recurrió a este servicio.

Cancho achaca esta situación a la realización de una campaña efectuada por el Teléfono de la Esperanza para dar a conocer esta iniciativa a la ciudadanía, lo que ha permitido llegar a todos los colectivos de la sociedad.

Pese a la llegada de las nuevas tecnologías, y a la irrupción de nuevos servicios, los ciudadanos recurren principalmente a las llamadas de teléfono tradicionales.

Según ha explicado Cancho, la crisis económica sigue, de forma directa o indirecta, condicionando muchos de los problemas de los ciudadanos, pues pudo contribuir a separaciones, divorcios o problemas familiares, entre otros.

Una de las curiosidades que ha traído la crisis es que han aumentado las llamadas de jóvenes extremeños que, desde otros países donde se vieron obligados a buscar trabajo, recurren al Teléfono de la Esperanza para escuchar una voz de su tierra.

"Entre otras cuestiones, echan de menos el sol y el buen tiempo", ha indicado.

Durante los últimos meses la entidad realiza además un esfuerzo por llevar a cabo acciones paralelas, como por ejemplo cursos y talleres de autoestima, crecimiento personal o duelo, entre otros, con lo que se atiende así la demanda planteada por la propia ciudadanía.