"Hablar, no comparar, dar sentido de comunidad en la familia y hacer la pregunta adecuada en el momento adecuado" son algunas de las de las sugerencias que hizo Pedro Ortega, doctor en Filosofía y Letras y Sociología, en su conferencia organizada por el Teléfono de la Esperanza (TE) con motivo del Día de la Escucha , titulada ¿Por qué gritan los adolescentes? , a lo que él mismo respondió: "Porque no se les escucha".

El 2,5% de las llamadas al TE es de jóvenes de hasta 20 años, según la psicóloga y directora del TE, Ana Guisado. De ellos, el 31,9% son por conflictos con los padres; el 46% por problemas psicológicos: soledad, ansiedad, incomunicación, o depresión. Y del resto, un buen número son de padres y madres.

Los jóvenes se siente mal, explicó Ortega, porque "a veces no hay nadie en casa; cada día están más encomendados a los abuelos, que es maravilloso, pero no es lo ideal para educar". Afirmó que lo que a él le preocupa es "el grito silencioso que no se expresa, porque no hay escucha posible". Y lo que preocupa a los jóvenes es "el sentido de la vida, preguntas como quién soy yo", y otros problemas de robos, violencia, uso del dinero y de los medios de comunicación, o el fracaso escolar.

Pedro Ortega puso de manifiesto que por un lado los padres están cada vez menos con los hijos y "luego queremos hacer milagros con los adolescentes, que sean autónomos".