Las bajas temperaturas registradas en las últimas semanas están retrasando la finalización de la obra de desdoblamiento de la antigua N-V, conocida actualmente como BA-20, en su acceso este a Badajoz, que se encuentra pendiente de que la empresa Aldesa Construcciones, encargada de su ejecución, extienda la última capa de aglomerado. Esta obra, cuya fecha de finalización establecida en la firma del acta de replanteo era febrero, no podrá concluirse hasta abril. "Se ha tomado esa decisión con el objeto de asegurar una mejor terminación de la vía que la que se puede obtener con las temperaturas existentes en estos momentos", según fuentes del servicio de Demarcación de Carreteras. El aglomerado exige que la temperatura sea mayor de ocho grados a la sombra.

También queda por finalizar la colocación de la señalización vertical, balizamiento y defensa, las plantaciones y rematar distintas unidades de obra. Tampoco se ha concluido la iluminación de la vía. "En estos momentos se han iniciado los trámites burocrático con el ayuntamiento para poner en servicio la iluminación, que se prevé estará en un plazo aproximado de 7 a 10 días", según Demarcación de Carreteras.

La empresa encargada de la obra instalará los báculos de la iluminación y también ha tenido que reponer el cable de la instalación eléctrica que le fue sustraído en diciembre.

Sin embargo, desde Demarcación de Carreteras se ha asegurado que los usuarios de esta vía no tendrán que sufrir nuevos desvíos de itinerarios de forma permanente, ya que sólo están previstos "desvíos temporales o cortes de carriles de pocas horas de duración, sólo en aquellos casos en los que sea necesario para la ejecución de los diversos remates que quedan pendiente".

Esta obra, que realiza desde el pasado mes de agosto el Ministerio de Fomento, con un presupuesto de 5.656.153 euros, ha consistido en la construcción de cinco rotondas, cuatro carriles y otros dos auxiliares en ambos sentidos, con una longitud de 3,565 kilómetros. Una de las rotondas tiene forma de ocho y una dimensión de 30 por 238 metros y conecta esta vía con la ronda norte de San Roque.

TRAFICO INTENSO Las principales dificultades de esta obra está siendo la compatibilización de los trabajos con la intensidad del tráfico existente en la zona y con el mantenimiento de los accesos a todas las instalaciones que se encuentran en los aledaños de esta carretera.

El desdoblamiento de la antiga N-V era una obra necesaria, y reclamada por el Instituto Nuestra Señora de Bótoa, así como por los industriales de la zona, por el volumen que soporta, casi 18.000 vehículos, el 6% de ellos pesados.