TEts cierto que Marjayún no es el lugar en el que piensa cualquier español para pasar unas vacaciones navideñas. Y sin embargo fue en esta localidad del sur de Líbano, al pie de los Altos del Golán, donde 700 extremeños celebraron las fiestas pasadas. Los miembros de la Brigada de Infantería Mecanizada Extremadura XI estaban trabajando en la base Miguel de Cervantes, como parte de los 1.000 militares españoles que participan en la Misión FINUL de las Naciones Unidas. Desde hace cuatro años, nuestras tropas ayudan a las autoridades libanesas a preservar la paz, vigilando para que no se produzcan incidentes en la llamada línea azul que demarca la frontera entre Israel y Líbano.

El día después de Navidad, seis de estos militares se subieron a bordo de un blindado para realizar una de sus patrullas. Pero en esta ocasión no fue rutinaria: en un camino cercano a la base vieron un coche sospechoso que se dio a la fuga. Se detuvieron para inspeccionar la zona y encontraron un depósito enterrado que contenía decenas de kilos de explosivos. Inmediatamente acudieron otros compañeros para acordonar el lugar y esperar la llegada de las fuerzas de seguridad libanesas encargadas de retirar los explosivos. Se desconoce quiénes eran los destinatarios de la carga encontrada, pero lo que sí es seguro es que, gracias a la actuación de nuestras tropas, esos explosivos nunca destruirán vidas humanas.

Estos días, los españoles tenemos la oportunidad de conocer de cerca a los hombres y mujeres que realizan estos actos heroicos. 1.400 de ellos se han desplazado este fin de semana a Badajoz, y otros muchos en toda España han abierto las puertas de sus cuarteles para compartir sus actividades con los ciudadanos.

XORTEGA x escribió que "lo importante es que el pueblo advierta que el grado de perfección de los Ejércitos mide con pasmosa exactitud los quilates de la moralidad y vitalidad nacionales". En ese espíritu, hace 32 años que dedicamos el último fin de semana de mayo a propiciar un mayor acercamiento entre nuestros militares y la sociedad a la que sirven. Cada celebración del Día de las Fuerzas Armadas permite que los lazos se sigan estrechando.

En el año 2008, cuando llegué al Ministerio de Defensa, uno de mis objetivos fue continuar mejorando la eficacia y la capacitación de nuestros militares. Y al mismo tiempo me propuse conseguir que su profesionalidad fuera cada vez más reconocida por la sociedad.

El año pasado, las Fuerzas Armadas se convirtieron por primera vez en la institución más valorada por los españoles. Desde entonces, este reconocimiento ha seguido aumentando. A día de hoy, dos de cada tres ciudadanos consideran que las Fuerzas Armadas son un factor decisivo para el prestigio internacional de España.

Nuestros hombres y mujeres de uniforme no sólo desempeñan sus misiones con mayor eficiencia, sino que además su trabajo se valora cada vez más. La aprobación, con nota, por parte de la ciudadanía a una labor no siempre visible, nos llena de satisfacción a todos los que trabajamos por la defensa de España.

Celebraciones como las que hoy se viven en Badajoz son esenciales para seguir consolidando esta creciente identificación de la sociedad española con sus Fuerzas Armadas. Los actos programados en estos días son una ventana abierta a nuestros Ejércitos.

XDETRAS DE CADAx acto heroico hay toda una fuerza. Este es lema escogido este año para el Día de las Fuerzas Armadas. Con él queremos destacar el trabajo de equipo, constante y silencioso, que realizan nuestros militares.

La palabra héroe existe en muchos idiomas. Procede de una raíz griega común que significa proteger y servir . Y esa es la misión de los Cuerpos de Seguridad del Estado y, por supuesto, de las Fuerzas Armadas. Por eso no es necesario pensar únicamente en nuestras misiones en Líbano, Afganistán, Haití o en las costas de Somalia para encontrar actos heroicos. Los tenemos cerca de nosotros todos los días.

Más de 130.000 hombres y mujeres trabajan día y noche para que la seguridad se asuma como algo natural en nuestra vida cotidiana. Los militares protegen nuestras fronteras, nuestros cielos y nuestras costas. Nos rescatan en situaciones de emergencias. Combaten fuegos e inundaciones. Cuidan del medio ambiente y de nuestro patrimonio. Y también llevan la paz, la seguridad y la solidaridad de España a aquellos lugares donde más se necesita.

Son actos heroicos de un compromiso de servicio público que se rige por la profesionalidad, la eficacia y la entrega. Detrás de cada acción de nuestros militares está la labor de toda una fuerza. Y detrás de esta fuerza está, cada vez más, el respeto, el afecto y el apoyo de la inmensa mayoría de la sociedad española.