Esta semana se ha celebrado el Día Mundial contra el Bullying o Acoso Escolar. En Badajoz hemos conocido el terrible caso de un chaval de 14 años en los Salesianos de Badajoz, al cual, según su propia madre, le estaban literalmente «machacando»,. Se nos pusieron los pelos de punta. Un juez ya ha dictado sentencia contra el acosador.

Incluso estos días algunas cadenas de televisión han programado películas sobre el acoso escolar. El designar un día sobre aquel o este problema sirve para concienciar y denunciar, en este caso, una realidad, la del acoso escolar, que existe entre los jóvenes, aunque nos cueste mucho verla.

De hecho los últimos informes aseguran que se han duplicado los casos de Bullying. Internet y las redes sociales, el llamado ciberacoso, ha tenido mucho que ver. Aunque también se está produciendo un aumento de la denuncia y de la visibilidad.

Porque insultos o abusos hacia aquellos con por algún insignificante motivo eran diferentes al grupo, siempre los hubo en nuestras clases. La diferencia es que entonces se atajaban con la autoridad que tanto profesores como padres ejercían sobre nosotros.

Ahora los tiempos han cambiado. Nuestra sociedad ha cambiado. Y con ella los comportamientos sociales. El acosador, el maltratador, en definitiva, el que ejerce violencia sobre otras personas nace y se alimenta entre nosotros.

Por tanto, la prevención es muy importante. Pero además debemos estar todos atentos. Padres, profesores, amigos, jueces, policías... La sociedad en general. Ellos tienen vergüenza y miedo para contarlo.

Duele mucho sólo pensar el calvario que pasan estos jóvenes que se sienten acosados por otros. Tenemos que ayudarles.