Ya traté el tema de los toldos en las calles de Badajoz y ahora con los calores vuelvo a insistir por si a alguien le cuesta trabajo entenderlo. No recuerdo ningún año en el que el sol no apriete unos días que nos parezcan más que nunca, pero lo normal es que en verano haga calor. De mayo a septiembre buscamos la sombra cuando salimos a la calle desde las 10 de la mañana hasta las 9 de la noche.

Para protegernos del calor lo mejor es quedarse en casa o salir solo a la piscina, pero eso también puede vaciar la ciudad y destrozar a los que tienen que vender cada día en sus comercios para sobrevivir. Badajoz es una ciudad comercial y de servicios y tiene que esforzarse en hacer posible el paseo. Desde mediados del siglo XIX en la calle de San Juan se colgaron toldos para aliviar el calor, costumbre que existe en muchas otras ciudades del sur. Con los toldos llega el verano y difícilmente podemos hoy imaginar la calle Sierpes de Sevilla o Larios de Málaga sin sus toldos colgados en la época estival. Solo así se hace posible ver gente por las calles, y ni en Sevilla ni en Málaga hace menos calor que en Badajoz.

Si ya hace más de un siglo y medio muchos comerciantes vieron que la mejor forma de incentivar las ventas y poder salir a la calle era proteger a sus clientes con unos toldos en verano, eso es especialmente más necesario en una época en la que hay muchas alternativas de ocio y comercio más refrescantes, como centros comerciales refrigerados o quedarse en casa comprando por internet.

Algunos comerciantes, con el apoyo de sindicatos, políticos y asociaciones varias se quedaron muy tranquilos con la prohibición de abrir los domingos, como si eso resolviese los problemas del pequeño comercio urbano. A lo mejor si se hubiese dedicado el mismo esfuerzo para que se instalasen toldos en verano en las calles comerciales, el comercio hubiese ganado más clientes y generado puestos de trabajo. Una vez conseguido prohibir abrir 6 domingo al año no se han vuelto a escuchar más quejas. Más se apoya al comercio con toldos en las calles que prohibiendo abrir a los competidores.