Frigoríficos, lavadoras, neumáticos, contenedores, máquinas tragaperras, carritos de grandes superficies y hasta cadáveres de animales han encontrado los trabajadores que se dedican a retirar el camalote del cauce y las orillas del Guadiana a su paso por Badajoz.

"Ha habido épocas en que retirábamos entre una y 1,2 toneladas de residuos que encontramos en el fondo y las orillas del río, de todo tipo", manifestaron a este diario dos de los trabajadores que que recogen camalote en una embarcación a motor.

"Parece que hay talleres que prefieren deshacerse de los neumáticos arrojándolos al río, en vez de llevarlos a las planta de reciclaje, para ahorrarse las tasas", señaló uno de los operarios, mientras mostraba una rueda que encontraron cerca de la orilla derecha, junto al embarcadero nuevo.

"Tenían que ver, hasta contenedores encontramos, o carritos de la compra, y hemos llegado a encontrar máquinas tragaperras en el fondo. La gente arroja de todo al río. Hemos encontrado hasta cadáveres, de perros, de gatos, hasta de caballos ¿Y qué haces, lo dejas ahí? Pues no, lo recoges y retiras", afirmó otro.

ACCION EN EL TRAMO URBANO Ambos, tras dejar el neumático en la orilla para cargarlo después en la caja de los pick up con los que remolcan las embarcaciones, cinco el pasado sábado recorriendo el tramo del río entre los puentes de la Autonomía y Real, con las que recogen el camalote, aunque también "hay gente aguas arriba y aguas abajo recogiendo también", señalaron.

Los trabajadores añadieron que uno de los problemas con que se encuentran es que "el camalote está enredado con el nenúfar mexicano, que es más difícil de quitar porque se enraíza en el fondo del río".

La labor de limpieza que desempeñan estos equipos se encuentran con que "ahora se recoge solo camalote, porque su presencia crece con las altas temperaturas", pues el nenúfar se mantiene todo el año y se puede combatir en otras épocas.

Así, las labores de limpieza suponen la recogida de más de 1.30 toneladas de plantas de media al día. Otra dificultad es que las plantas invasoras llegan a la orilla y se enredan entre las plantas de la ribera y las raíces y troncos de los árboles, "lo que hace que cueste más hacer el trabajo", indicaron. Y eso sin olvidar "la suciedad, que hace que sea 30 veces más difícil la recogida en el tramo urbano de Badajoz que en otros sitios".

MAS MEDIOS No obstante, los trabajos de limpieza que se realizan en la actualidad sirven para contener la plaga, pero no para erradicarla; incluso con dos, tres años de trabajo continuo se puede mantener a raya, pero por ejemplo, el nenúfar, aunque arranques la raíz, puede volver a nacer al año, o los dos o tres, incluso a los diez años.

Al parecer, en Estados Unidos llevan 25 años realizando tareas de contención y no se ha podido erradicar la presencia de este tipo de plantas, explican.

Por otro lado, la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ha formalizado los contratos para trabajos de extracción y retirada de camalote del Guadiana medio medios manuales, según publicó el Boletín oficial del Estado del día 6 de agosto.

Dichos contratos fueron tramitados por procedimiento negociado sin publicidad, por importe de 230.550 euros (IVA incluido), sobre un precio de licitación de 241.946 euros, con la empresa Forestación y Repoblación S. A., que presentó la oferta más ventajosa.

BA EXIGE INTERVENIR Por otro lado, el partido Badajoz Adelante (BA) hizo pública una nota en la que "exige" a las administraciones competentes una intervención urgente para erradicar la invasión del camalote y del nenúfar mexicano que afecta al río Guadiana.

Tras reconocer que se han iniciado algunas acciones, lamenta que ni la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), ni la Junta, ni el ayuntamiento "se hayan tomado en serio realmente el gravísimo problema que representan estas plantas invasoras para el río".

Considera BA que "no basta con poner una cinta contenedora y echar una motora al agua durante unos días, sino que se necesita mano de obra y maquinaria adecuada" para recoger tanto el camalote como el nenúfar mexicano, pues de no intervenir, "quizás mañana ya sea tarde para salvar el río y los responsables serán las administraciones que han incumplido su deber de salvaguardarlo".