Después del parón en la obra de recuperación de la margen derecha del río que realiza la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), a causa de las intensas precipitaciones del invierno, los trabajos se han reanudado hace unas semanas y las máquinas han podido por fin entrar en el brazo Jamaco, situado en lo que se conoce como el Pico, donde se centrarán las actuaciones en los próximos meses.

La tala masiva de eucaliptos que se inició el pasado año en ambas márgenes, continúa ahora en el brazo Jamaco, un brazo del río que actualmente está cegado por la tierra y que se reconstruirá.

"Vamos a abrir ese brazo para que el agua discurra por ahí y quede como una isla, donde se harán unas pasarelas y unos puentes para poder pasar. Entonces el agua podrá entrar por las dos partes del Pico, ahora sólo entra por una, por donde viene el Guadiana", según el presidente de la CHG, Eduardo Alvarado, que recientemente ha visitado la obra.

Cuando esta labor concluya habrá una continuidad del agua desde la parte más alta del río hasta la zona donde se une con el Rivillas y el Calamón y la isla se acondicionará como un gran espacio forestal.

Otra actuación que se llevará a cabo una vez baje el río serán las pendientes que han quedado en la Pesquera, debido a los aportes de grava, que han sido muy intensos, lo que obligará a colocar algún tipo de collera.

En estos momentos también se está trabajando en el entorno del Revellín, lo que se conoce como el Fortín del puente de Palmas, un elemento defensivo del puente que está en la margen derecha. Se desalojará y adecentará para recuperarlo como una parte más del patrimonio.

MANO DE OBRA Al ser un elemento patrimonial, Alvarado aseguró que se hará un seguimiento de acuerdo con las directrices de la Consejería Educación, aunque aclaró que el trabajo que realiza allí la CHG "no es arqueológico, ya que no se va a tocar nada de la estructura ni de la construcción, es sólo una intervención de limpieza y adecentamiento".

Dentro de los muros del Fortín hay restos de tendidos eléctricos, unos apoyos metálicos que sí se van a eliminar.

Ya se han derribado la mayor parte de las edificaciones que había en la zona de actuación y que fueron expropiadas.

De estas actuaciones se ocupan unos 35 trabajadores y se irá incorporando más mano de obra a medida que vayan avanzando los trabajos, según el presidente de la CHG, quien destacó que "la gente ha descubierto el río al desaparecer el gran eucaliptal".

Esos eucaliptos serán sustituidos por otras plantas ornamentales y características de la zona, como alisos, sauces, fresnos y también zonas de recreo con juegos infantiles y área deportiva. En la margen derecha habrá pesquiles y zona de atraque para barcas.

Las primeras plantaciones, según Alvarado, se podrán empezar este mismo año, a finales del otoño y principios del invierno.

A pesar del parón, el presidente de la CHG aseguró que "no vamos mal de tiempo. No ha habido retrasos respecto al programa de trabajo". De hecho, recordó que quedan dos años de obra.

Tampoco afectará la parada biológica, que se produce de marzo a julio o agosto, "porque tenemos mucho trabajo que realizar, son 16 kilómetros de longitud".