La tradicional cafetería La Marina, ubicada en la esquina entre Minayo y San Francisco, compartiendo fachada con el teatro López de Ayala, acaba de reabrir sus puertas, tras hacerse cargo de este negocio Miguel Angel Torres Martínez, el único hostelero que mostró interés cuando el ayuntamiento sacó a concurso público su arrendamiento.

El nuevo responsable del establecimiento ha querido dar un aire 'retro' a la decoración del local, ha recuperado el suelo original de mármol combinado en blanco y negro (antes estaba de parquet), se ha instalado una nueva barra, que ahora es de madera, y ha colocado una gran fotografía de la plaza de Minayo en blanco y negro ocupando un lateral fechada en 1920 firmada por Pachi, cuyos derechos de autor les han sido cedidos. Torres calcula que la inversión para poner a punto el local ha rondado los 30.000 euros. El negocio funciona con 7 trabajadores.

La Marina permanecía cerrada desde el pasado 10 de marzo, cuando se extinguió el contrato con la empresa Ruade SA, del grupo Ruiz, que explotó este negocio durante diez años. Con anterioridad, el local estuvo clausurado durante nueve años y se encontraba prácticamente destrozado hasta que entró la anterior empresa, que tuvo que acometer una importante inversión.