Las rotondas que se construyen en la carretera BA-20 entre Badajoz y Talavera la Real, proyecto que adjudicó Fomento en abril del año pasado a la empresa Carija S. A en 4,9 millones, ya están trazadas sobre el terreno, una de ellas, la del cruce de Talavera con la carretera de La Albuera y Alvarado, ya entró en servicio; el resto sigue en obras con movimientos de tierra pero sin que se haya actuado aún sobre la calzada de dicha vía.

El proyecto, que tiene un plazo de ejecución de 18 meses y la requerido la expropiación de seis hectáreas de terreno, contempla además la creación de vías de servicio para dar acceso a poblaciones como Villafranco, desvió al aeropuerto y a Balboa, a Golf Guadiana, a la base aérea y otras, separadas una de otra entre 600 y 1.500 metros, todas ellas iluminadas, a lo largo de 15 kilómetros, del 380,5 al 395,5.

Igualmente se reforzará el firme en se tramo, en el que se registra un elevado número de accidentes, por alcance más que por la intensidad media de circulación, que ya supera los 9.000 vehículos diarios, siendo mayor el tránsito de camiones vehículos industriales y pesados durante las campañas de agrícolas de verano, dada la existencia de varias fábricas en la zona.

Las ocho nuevas rotondas se construyen, de Talavera en sentido a Badajoz, en la intersección con la carretera Ex-363 a La Albuera y Alvarado (kilómetro 383); cruce con la BA-023 de entrada a Balboa y el aeropuerto (384); acceso a la base aérea (86,1); otras en los puntos 388 y 389,6; cruce de Villafranco del Guadiana e intersección con la carretera a Balboa y al aeropuerto (390,4); en el kilómetro 391 y acceso al campo de Golf (392).

Los trabajos, según fuentes de la Delegación del Gobierno, continúan a buen ritmo dentro de los plazos establecidos, si bien teniendo en cuenta la intensidad del tráfico y la seguridad vial, dado que hay que mantener una señalización constante para evitar accidentes y atascos.

CARRETERA DE SEVILLA Por otro lado, aún está pendiente de adjudicación el proyecto de desdoblamiento de la carretera N-432 --a Zafra, conexión con la N-630 y la N-435, Sevilla, Córdoba y Granada-- en un tramo de 3,6 kilómetros, desde el 1,5 --ya desdoblado en ese primer trayecto-- hasta el 5,1. El mismo engloba la reordenación del tráfico desde este punto hasta el 10,5, superando la urbanización Campofrío, mediante la construcción de siete rotondas y nuevas vías de servicio para dar acceso a industrias y urbanizaciones.

Este proyecto, inicialmente presupuestado en 17 millones de euros incluida la expropiación de 26 hectáreas de terreno, no se sabe si se verá afectado por los recortes del Ministerio de Fomento.