Se agradecen las declaraciones del Presidente de ADIF, Juan Bravo, en las que reconoce que le resulta «inexplicable la situación de Extremadura desde el punto de vista ferroviario, que no tiene mucha explicación que una comunidad autónoma como Extremadura no tenga una infraestructura ferroviaria adecuada al siglo XXI, estamos trabajando en subsanar ese déficit y lo único que podemos hacer es trabajar y volcarnos para poder cumplir los compromisos que fijó el Ministro de Fomento». Confiamos en su buena voluntad y sinceridad, pero poco añaden a los compromisos ambiguos anteriores. El Ministro dijo que las obras entre Badajoz y Plasencia se terminarán en el año 2019 y la electrificación en el 2020, pero ha dejado muchas incertidumbres sobre lo que tendremos en el futuro. Parece que cualquier mejora se aplaza para el año 2019, y eso resulta igualmente inexplicable. No vamos a insistir sobre la indignidad del actual servicio ferroviario y por eso hay que exigir que desde este mismo año 2017 se inicie un proceso de mejora y dignificación con hechos concretos.

Pedir Tren Digno en 2017, es exigir que Renfe califique los servicios a Extremadura como de Larga Distancia, con lo que eso supone. Cambiar las máquinas y los vagones mejorando algo los tiempos, ya sabemos que no mucho, pero sí la comodidad del viaje. Ofrecer servicios de cafetería, tener cobertura telefónica en el viaje y disponer de wifi gratuita. Garantizar que los lavabos estén en perfecto uso, así como el resto de los servicios. Tener precios acorde con el servicio prestado, incluso bonificado por los retrasos que llevamos. Tener más servicios diarios, mejorar horarios y hacer el mantenimiento de las vías. Considerar inexplicable la situación de los trenes supone tener la voluntad de mejorarlo inmediatamente al límite de las posibilidades e ir incorporando los tramos que se van concluyendo en el 2017 y 2018, sin tener que esperar al 2019. Agradezco las declaraciones del Presidente de ADIF, pero nos han hecho antes tantas promesas incumplidas, que ya solo nos tranquiliza verlas hechas realidad. Mientras tanto habrá que seguir en alerta.