La cámara captó a tres menores atrevidos que, sin protección alguna, escalaron el muro casi vertical que existe junto al puente Viejo, ayudados sólo de sus manos, su calzado inadecuado y su falta de cordura. Tan convencidos estaban de su hazaña que se jaleaban unos a otros a medida que iban alcanzando la cima.