La asociación de vecinos de la urbanización de Tres Arroyos tiene previsto reanudar las conversaciones con el ayuntamiento, así como con otras administraciones, para que la conducción de agua potable llegue hasta sus viviendas.

Los 670 vecinos de esta urbanización se abastecen del agua de pozos, que en la mayoría de los casos no es potable "porque tiene mucha cal, por lo que tenemos que cargar con botellas de agua desde Badajoz todos los días", según el vicepresidente de la asociación, Adolfo Agama.

En Tres Arroyos han visto cómo el martes llegó el agua potable a la pedanía de Alvarado después de más de diez años de espera. También los vecinos de la Dehesilla de Calamón pudieron conectarse hace tres años a la red general, lo que fue posible por la proximidad de este núcleo residencial al barrio de Las Vaguadas.

Los vecinos de San Isidro, donde se empezaron a levantar viviendas en la década de los 70, albergaban la esperanza de que la conexión desde el anillo central para llevar el agua a la pedanía de Alvarado se hiciese por la carretera de Corte de Peleas, pero finalmente se decidió hacer la conexión desde Talavera, "porque había menos distancia y estaban cerca las dos termosolares", según Algaba.

Ahora esperan que la nueva junta directiva de la asociación que saldrá elegida el próximo mes retome esta reivindicación de los vecinos para que el ayuntamiento haga la obra de la conducción de agua potable.

Tres Arroyos podría tener más posibilidades ahora de conseguirlo, ya que Badajoz ha crecido hacia la carretera de la Corte, con la proliferación de viviendas en el Cerro de San Miguel y la prolongación de Suerte de Saavedra, por lo que la distancia hasta esta urbanización se ha acortado, apenas la separan de la ciudad unos 4 kilómetros.

MAS VECINOS El vicepresidente de la asociación recuerda que en esta urbanización residen más personas que en Alvarado, ya que esta pedanía cuenta con 316 vecinos, "pero Tres Arroyos tiene 670, de ellos 460 están censados, viven de forma permanente aquí", señaló Agama.

La iluminación es otro de los asuntos pendientes en esta urbanización, donde todavía los vecinos están pagando el arreglo de los caminos. La comunidad de propietarios asfaltó hace tres años todos los caminos interiores de la urbanización, más de 16 kilómetros de trazado que hasta entonces eran de tierra.

De esta forma, dejaron de sufrir los baches que había. Esta mejora se llevó a cabo con cuotas extraordinarias.