El barrio pacense de Los Colorines volvió a ser escenario de enfrentamientos violentos. Cuando no hace una semana que un centenar de residentes en ese grupo de edificios --que debe su nombre a la mezcla de colores en sus fachadas para hacer pasar desapercibida la ropa tendida-- obligó a la policía a abandonar el barrio para no causar más problemas de los que fueron a resolver --detener a una persona en busca y captura--, el pasado día 21 se produjo un tiroteo que se saldó sin víctimas, con tres detenidos y a la espera de una cuarta, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía.

Los hechos ocurrieron hacia las 17.45 horas de la fecha indicada, cuando dos familias que mantienen un enfrentamiento "desde hace tiempo", decidieron "resolver sus diferencias con disparos de armas de fuego", según los datos policiales. El tiroteo se produjo entre Los Colorines, que se encuentra situado en la carretera de Campomayor, entre El Gurugú y lo que queda de las antiguas Cuestas de Orinaza, y el propio Gurugú. La policía, una vez recibido el aviso telefónico de que se estaba produciendo un enfrentamiento en la zona, acudió con varias unidades y la Brigada Judicial a tiempo de evitar una tragedia.

La llamada se hizo desde una vivienda de Los Colorines, donde sus moradores manifestaron sentirse amenazados por tres sujeto armados con pistolas dos de ellos y con una escopeta de cañones recortados el otro, quienes les intimidaban desde la calle.

ENFRENTAMIENTO Fuentes policiales confirmaron que el enfrentamiento se inició en una tienda de la calle Gurugú, en el barrio del mismo nombre, donde un grupo de personas armadas efectuaron varios disparos, de los que quedaban ayer cinco balas incrustadas en la fachada, así como en un domicilio de la calle Padre Tacoronte.

Al parecer, miembros de esta otra familia acudieron armadas después a Los Colorines, que fue donde los agentes de la policía detuvieron a los hermanos J y F. B. L., de 44 y 21 años, respectivamente, y más tarde a A. G. A., de 32, a quien se le halló en un cacheo una pistola de la marca Star calibre 6,35 milímetros y 16 cartuchos del mismo calibre, cinco de ellos en el cargador del arma y uno en la recámara, por lo que estaba lista para disparar.

Los funcionarios recuperaron tres vainas percutidas y localizaron cinco impactos, dos en la fachada de la tienda y tres en la del domicilio particular.

La policía mantiene varias líneas de investigación abiertas, entre otras, para averiguar si hay algún tema de drogas, y sigue con sus pesquisas, encaminadas a la detención de al menos una cuarta persona. Estos hechos han generado una gran alarma entre los vecinos.