La policía detuvo el pasado viernes a F. M. M., de 30 años, a su esposa, Y. R. S., de 31, y al ciudadano portugués J. E. R. P., de 40, que fueron puestos a disposición judicial acusados de tráfico de drogas, tras una operación destinada al desmantelamiento de un punto de venta de estupefacientes en una vivienda prefabricada de Cuestas de Orinaza, cuyo acceso obstaculizaban mediante diversas medidas destinadas a impedir la acción policial, ayudados por su disposición.

La policía registró la vivienda con la oportuna orden judicial y lo materializó tras superar las dificultades que supone la vigilancia del lugar, que estaba su vez permanentemente custodiado por aguadores que avisan ante la presencia de algún dispositivo policial. Y también los obstáculos físicos que impedían el acceso inmediato al interior, como una puerta con cuatro anclajes (cerradura y tres cerrojos), o las ventanas metálicas soldadas.

Todas estas medidas están destinadas a dificultar la entrada por ser un punto de tráfico y consumo de drogas, según fuentes de la policía. Además de los tres detenidos que pasaron a disposición del juez, la policía tomó declaración a otros tres varones que se encontraban en la vivienda consumiendo o adquiriendo estupefacientes en el momento de la intervención. Los detenidos opusieron "seria resistencia", incluso la mujer llegó a morder a una policía.

Los agentes hallaron numero material utilizado en la citada actividad y "restos de cocaína y heroína que habrían sido arrojadas al inodoro".