Tres hectáreas de un trigal situado en un cerro de la finca de Reyes, en las traseras de la barriada que lleva su nombre, ardieron ayer por la tarde por causas que, al parecer, fueron intencionadas, según informó el servicio municipal de Bomberos, pues el cultivo ardió como consecuencia de dos incendios y el segundo empezó cerca de donde ocurrió el primero después de que los bomberos ya lo hubiesen sofocado y se hubiesen marchado.

Los bomberos tuvieron dificultades porque la tierra estaba húmeda y los camiones se atascaban. Tuvieron que bordear y actuar cuesta abajo.