Dos inmigrantes rumanos y uno búlgaro iniciaron ayer una huelga de hambre indefinida frente a la Subdelegación del Gobierno en Badajoz para reclamar a la Administración que cumpla con su compromiso y les conceda el permiso de residencia tras colaborar en la desarticulación de mafias dedicadas al tráfico ilegal de inmigrantes.

Los huelguistas formaron parte de los grupos de rumanos y búlgaros que hace unos meses llegaron a Badajoz de forma ilegal, traídos por grupos mafiosos, y colaboraron con la justicia denunciando ante la policía y reconociendo a los implicados, facilitando así la detención de algunos de ellos.

"En estos casos, tanto la ley de extranjería como las directivas europeas contemplan que la posibilidad de que se les conceda el permiso de residencia en circunstancias excepcionales por colaborar con la justicia y ellos solicitaron hace más de tres meses la residencia y la Administración no les ha dado respuesta, se ha desentendido", según la presidenta de la asociación Todos Iguales, Todos Legales, Silvia Moyano, quien considera que "la Administración ha incumplido, perjudicando a estos inmigrantes que carecen de recursos".