El hijo de Manuel Pacheco, que se llama igual que su padre, se sentía ayer emocionado, "satisfecho y muy orgulloso" de que el gran poeta que lo engendró tenga en Badajoz una escultura, compartida con dos escritores coetáneos: Jesús Delgado Valhondo y Luis Alvarez Lencero. El hijo de Pacheco mencionó que cuando el artista muere queda inmortalizado por su obra, pero siempre habrá gente que lo conocerá por este monumento, cerca del Guadiana "su segundo amor, por no decir el primero".

Entre el numeroso público que acudió a la inauguración de la escultura y la puesta en marcha de la fuente que la rodea, estaban también una prima hermana de Lencero, así como la viuda de Delgado Valhondo, Joaquina Omcins, y uno de sus hijos, Fernando Delgado, columnista de EL PERIODICO. Delgado reconoció que el lugar donde se ha colocado la estatua es el ideal, porque detrás tiene la alcazaba y el casco antiguo, donde tanta vida hizo su padre y delante el Guadiana.

Tres escolares leyeron versos de los tres poetas y el alcalde, Miguel Celdrán, destacó el valor de estos autores, que hicieron "de Badajoz su alma, del Guadiana su amigo y de la poesía su vida".