El Carnaval ha ido a más este año y, junto a la fiesta y la juerga, también han ido a más sus consecuencias. La más olorosa e insoportable es el aspecto que presentan las calles al amanecer, cubiertas de un tufo en el que se mezcla el alcohol rancio y los orines. Menos mal que los operarios del servicio de Limpieza ya se esperaban lo que se les venía encima y estaban listos desde bien temprano para empezar a eliminar los restos de la marabunta disfrazada.