No me lo termino de creer, ahora tengo dos meses para resolver esta situación y solicitar el reingreso en el Ejército", manifestó ayer a este diario Inmaculada Silvia Ruiz, la soldado que, sufriendo un cáncer de mama que derivó en la amputación del pecho izquierdo, perdió su empleo en el Ejército al no renovarle su contrato señalando como causas "absentismo y acumulación de sanciones, que se demostró que todas estaban injustificadas, ya que estaba en tratamiento contra el cáncer". Ruiz se manifestó así tras conocer la sentencia, firme, de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (Tsjex), del 12 de diciembre de 2014, que estima su recurso, anula la resolución del 26 de septiembre de 2013 del Ministerio de Defensa y reconoce el derecho de la recurrente a la renovación de contrato con el abono de los salarios dejados de percibir, con intereses, así como impone la Administración las costas judiciales.

"Ha pasado año y medio desde que salí del Ejército, en junio de 2013, y me tuve que venir a vivir con mis padres a Badajoz, aunque en este tiempo he estudiado para ser auxiliar y ahora enfermería", cuenta Silvia Ruiz. Ahora, señala, "tendré que ir a Defensa a presentar la solicitud de reingreso; tengo dos meses". E insiste en que "quiero agradecer al abogado, Fernando Osuna, su trabajo, porque él se ofreció y me dijo que si perdía no tendría que pagarle nada. Ha sido gracias a él".

DAÑO NO REPARABLE Tras el suplicio que pasó esta mujer como consecuencia del trato que recibió de algunos de sus mandos, y el calvario que supuso el diagnóstico y tratamiento del cáncer, Ruiz afirma que "no teníamos que haber pasado por esta situación, sobre todo mi familia, mis padres, que han sufrido un daño que ya no lo puede reparar nadie. Yo soy más fuerte, aunque tengo mis momentos, pero no es plato de gusto verles sufrir por mi situación". En la actualidad, pasa reconocimiento cada tres meses.

Fernando Osuna recuerda que la renovación del contrato "se denegó a pesar de que podría haber ocupado una vacante para personal con limitaciones por razones médicas", y que "las faltas a su trabajo estaban muy justificadas por los tratamientos contra el cáncer que llevaba a cabo".

Así mismo, señala que "se le obligó a realizar maniobras cuando se quejaba de un fuerte dolor en el pecho, incluso conocido el diagnóstico por su superiores, fue arrestada en tres ocasiones porque sostenían que fingía su dolor".

La mujer entiende, según Osuna, que "los argumentos de Defensa estaban cargados de una absoluta discriminación, falta de humanidad, y era contrarios a los principios castrenses los derechos humanitarios y constitucionales".