Entre las 9.45 horas de ayer que se produjo la rotura de la llave de agua en la acera de la parte baja de la calle Zurbarán, hasta las 10.40 se vertieron y desperdiciaron miles de litros de agua. Fue lo que tardaron los operarios de Aqualia en acudir al lugar, según vecinos y empresarios afectados por la inundación que se produjo en el aparcamiento y un portal de un edificio y bares aledaños.

Un operario afirmó, y luego lo cofirmó Aqualia a través del ayuntamiento, que se rompió una llave "de plástico", o de PVC, y fue l lo que provocó que saliera el agua a borbotones de la poceta de dicha acometida, e inundara un portal, al que intentaron hacer un pequeño dique de tierra, y el citado mesón.

Vecinos, camareros y empresarios, e incluso algunos clientes, estuvieron esos 50 o 55 minutos intentando sacar primero el agua hacia la calle y después intentando impedir que entrar más a base de cepillo va y cepillo viene, mientras que quejaban de que habían llamado "a Aqualia, los bomberos, policía local y aquí no viene nadie". Abdón Guisado, dueño del Boche, contó que "llamamos a Aqualia y se ponen a pedirnos datos, y yo viendo cómo los clientes se iban porque esto se nos inundó en un momento".

Guisado dijo no entender "cómo se ponen a pedir el DNI y si la avería es de dentro o fuera del edificio, que está fuera, en la calle, mientras achicamos agua". El ayuntamiento indicó más tarde que la avería quedaría arreglada antes de las tres de la tarde y que se restablecería el suministro cortado durante toda la mañana.