La Unión de Consumidores de Extremadura (UCE), que está representada en el Consejo de Comercio que acaba de decidir que la temporada de rebajas de invierno se adelantará al 2 de enero, defiende que esta medida no solo beneficiará a los consumidores, sino también a los comerciantes, en contra de lo que opinan las asociaciones del comercio pacense que publicó esta semana este diario.

Roberto Serrano, responsable de la UCE en Badajoz, explicó ayer que todos los años "invariablemente" han estado solicitando que la rebajas se adelanten al 2 de enero porque, según recordó, tradicionalmente en Extremadura comenzaban después del día de Año Nuevo, pero cuando entró en vigor el euro surgió el problema de que en los artículos rebajados debía figurar el precio antiguo junto al nuevo y la traducción en pesetas. Para evitar "ese follón" y facilitar el trabajo a los comerciantes y no "liar" a los clientes, se decidió retrasar las rebajas hasta el 7 de enero. Serrano asegura que cuando se tomó esta decisión, al mismo tiempo se llegó al "compromiso tácito" de que al año siguiente las rebajas volverían a empezar el 2 de enero.

"Pero parece que a los comerciantes en época de vacas gordas aquello les pareció muy bien, porque aprovecharon para vender a un precio superior la última semana de Reyes" y se mantuvieron en esta fecha. Desde entonces la UCE ha estado reclamando que volvieron a su fecha anterior "porque creemos que evidentemente beneficia al consumidor, que puede hacer las compras de última hora antes de Reyes a un precio inferior".

VOLUNTARIO No obstante, desde la UCE insistieron en recordar a los comerciantes que "las rebajas son absolutamente voluntarias, no solo a la hora de ponerlas, sino de decidir retrasarlas a la fecha que quieran". Al mismo tiempo recalcó que decidirlo entra dentro de la política comercial de cada establecimiento y el que crea conveniente mantener los precios, puede hacerlo.

Serrano cree que la decisión beneficiará a los comerciantes porque el volumen de ventas de sus negocios se verá incrementado pues además apuntó que este año, dada la situación de crisis, mucha clientela seguramente esperaría a las rebajas, aunque fuesen después de la festividad de Reyes, para adquirir los regalos. En definitiva, desde la UCE tienen claro "que es una medida que favorece al consumidor, porque podrá hacer sus compras a un precio inferior en la semana anterior a Reyes y no debe perjudicar al comerciante, que verá cómo vende más".