La Asociación Cívica Ciudad de Badajoz pide la conservación de los fosos de la muralla abaluartada, para evitar así su desaparición y, por ello, reclama que no se doten estos espacios de equipamientos ajenos a ellos.

La organización considera que los fosos son uno de los elementos "más ignorados y maltratados" de la fortificación pacense, pese a que forman parte también del conjunto general declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

Por ese motivo, reclama que se actúe en los fosos que se sitúan entre la Puerta de Palmas y el Baluarte de San Vicente, o los situados entre el Baluarte de Santa María y el de San Roque, entre otros.

Estas actuaciones deberían ir encaminadas, a juicio de la asociación, a recuperar el carácter de foso diáfano, que permita la "correcta lectura" del monumento y su función, buscando otras alternativas para alojar los equipamientos previstos en otros lugares próximos.

Para este colectivo cívico, la próxima eliminación del colegio adosado al Baluarte de San Roque, así como de las antiguas pistas deportivas de la calle Stadium, abren una "oportunidad sin precedentes" para actuar en ese tramo.

En su opinión, se debe conseguir crear un "corredor continuo" desde la Alcazaba hasta la Puerta del Pilar, de 2 kilómetros, donde la muralla y su foso deben ser los principales protagonistas, "y no los elementos que se sitúan o se puedan situar en esos espacios".

A mediados del siglo pasado, la creación de parques y jardines en los fosos sirvió para preservarlos y evitar su destrucción, pero, con la concienciación actual, el protagonismo de esos espacios debería recuperarlo la muralla y su foso.

La asociación recuerda que en los últimos tiempos se están ejecutando o planteando diversas actuaciones de recuperación y puesta en valor de la muralla abaluartada de Badajoz, como el Hornabeque o el Fuerte de San Cristóbal.

Pero para la asociación, también es "fundamental" actuar sobre los fosos, elementos que forman parte de la muralla, y sin los cuales "no puede entenderse la misma", por lo que se pide su preservación y la eliminación de los elementos que los distorsionen.

La asociación considera que la Ley del Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura y el Plan General Municipal obligan a la eliminación u ocultación de aquellos elementos que impidan o perturben la contemplación de los monumentos.