La Ordenanza Municipal de Policía Urbana va a sufrir en los próximos meses una importante modificación que viene justificada por la experiencia adquirida por los agentes municipales cuando deben resolver conflictos de convivencia y la pretensión de llenar una vacío legal para que la Policía Local de Badajoz puedan contar con una herramienta sobre la que basar sus intervenciones. Uno de los cambios más significativos es el referido a las fiestas que se celebran en domicilios particulares que causan ruidos o molestias, no así en los locales autorizados. La nueva ordenanza recogerá expresamente que estarán prohibidas entre las once de la noche y las ocho de la mañana para así garantizar el derecho a la tranquilidad y el descanso del vecindario.

Las quejas de vecinos por este tipo de molestias son cada vez más frecuentes. Sin ir más lejos, la madrugada del jueves al viernes la Policía Local recibió una "avalancha" de llamadas por la celebración de una veintena de fiestas en pisos ocupados por estudiantes. La mayoría estaban situados en Valdepasillas, pero también en el entorno del hospital Perpetuo Socorro y en la margen derecha. Todas las llamadas se produjeron entre las 00.05 horas y las 5.20 de la mañana, que es cuando se recibió la última y procedían de viviendas situadas en Francisco Guerra, Juan Sebastián Elcano, Fernando Sánchez San Pedro (Pardaleras), José María Alcaraz y Alenda y Arturo Gazul, así como en la calle Rey Mudafar (en San Fernando). Dos de estas quejas (por fiestas en Francisco Guerra y Fernando Garrorena) terminaron en denuncia y el resto de las fiestas se disolvieron tras la visita de los agentes municipales.

La noche del jueves se dio la coincidencia de que este día de la semana es el que muchos universitarios aprovechan para salir porque ya el viernes no van a clase, sobre todo los que proceden de otras poblaciones. Pero en esta ocasión debido a la lluvia, muchos estudiantes optaron por festejarlo en sus pisos alquilados.

El intendente de la Policía Local de Badajoz, Antonio Nogales, explicó ayer a este diario que hay cuestiones, como las molestias por fiestas en locales particulares, que resultan difícil de controlar, además de otros problemas de convivencia. Estas infracciones que no están tipificadas en ninguna parte serán las que se incluyan en la Ordenanza de Policía Urbana, que recoge las normas de convivencia ciudadana.

PROTECCION AMBIENTAL En el caso de las quejas de vecinos por ruidos, la actuación de la Policía Local se viene rigiendo por lo que establece la Ordenanza de Protección Ambiental en Materia de Contaminación Acústica, que en su artículo 54 se refiere a que se considerará como "transgresión de esta ordenanza el comportamiento incívico de los ciudadanos o vecinos cuando produzcan ruidos o vibraciones que superen los niveles máximos admitidos, ya sean debidos al tono de la voz humana o a la actividad directa de las personas, aparatos y instrumentos acústicos o domésticos". Por eso lo que se pretende ahora es tipificar claramente las molestias por este tipo de infracciones, lo que redundará en una mayor seguridad jurídica, según defiende Nogales.

De momento el trabajo para la modificación de la ordenanza es incipiente. Ya existe un texto base elaborado por la Policía Local, por encargo de la concejalía del área. La previsión es presentar la propuesta en el primer trimestre del 2013 para que la estudien los servicios jurídicos del ayuntamiento. En la justificación de motivos se incluyen sentencias, en las que incluso se aplica la vía penal al exceso de ruido de forma continuada.

OTROS CAMBIOS Pero no es la única reforma que se pretende introducir en la ordenanza. La segunda se refiere al ruido procedente de los llamados coches discotecas que circulan con un volumen excesivamente alto por cualquier espacio público, incluso el botellón, a cualquier hora Ahora la Policía Local denuncia en base al Reglamento de Circulación.

En tercer lugar, otro problema que se pretende regular es la acampada libre de grupos de etnias o familias, en el entorno de la ciudad y también de los poblados, sobre todo coincidiendo con épocas de recolección hortofrutícola. En estas situaciones también se establecerá el procedimiento a seguir en el caso de que haya niños sin escolarizar, así como la situación sanitaria de los animales que acompañen al grupo.