La biblioteca central del campus universitario no cerró anoche sus puertas a las 21.00 horas, como era su horario previsto. Más de un centenar de estudiantes permanecieron estudiando y una veintena se había comprometido a permanecer encerrados toda la noche como forma de protesta y para reinvidicar que se establezca en estas fechas un horario intensivo, adaptado al nuevo calendario de exámenes, porque a la vuelta de las vacaciones, el día 8 de enero, tendrán los primeros.

Previa al encierro, celebraron una asamblea para determinar cómo se organizaban. Los promotores de la protesta pretendían quedarse hasta las seis de la mañana, que es la hora a la que entran las limpiadoras y hacerlo de forma que entre todos se encargasen de que las instalaciones permaneciesen cuidadas, dado que los empleados se marcharon en su horario. Uno de los asistentes comentó a este diario que en anteriores ocasiones ya han demostrado que saben comportarse, en otros encierros convocados para reclamar mejoras en la educación pública. La intención es volverse a encerrar esta noche.

La Asamblea Universitaria de Badajoz lleva semanas movilizándose para conseguir que se amplíe el horario de esta biblioteca, que ha permanecido cerrada entre los días 24 de diciembre y 1 de enero y los fines de semana. Los días que ha abierto lo ha hecho de 9.00 de la mañana a 21.00 horas pero los alumnos piden que se establezca un horario intensivo, de 8.00 de la mañana hasta la medianoche, que es el que existe desde el 11 de enero, dado que la universidad ha decidido con el nuevo calendario académico adelantar el inicio del periodo de exámenes del primer cuatrimestre (antes empezaban a finales de enero o principios de febrero). De momento lo único que han conseguido es que la biblioteca abra mañana sábado de 9.00 a 21.00 horas y el día 7 de enero con horario intensivo. Los estudiantes se quejan de la falta de repuesta por parte de los órganos de gobierno universitarios.