Ni denuncias ni quejas por ruidos en los últimos cinco años y medio. La Urbanización Guadiana fue declarada zona saturada de ruidos en julio del 2008, una condición que expiró en el 2011, sin que desde entonces, según señaló el ayuntamiento, se hayan vuelto a registrar problemas por este motivo en la barriada.

Tras la declaración como zona saturada de ruidos del Casco Antiguo y la creación de asociaciones de vecinos contra el ruido en este barrio y en Valdepasillas, los vecinos de la Urbanización Guadiana, y ahora que la actividad económica «empieza a repuntar», temen que la proliferación de locales de copas pueda resurgir de nuevo en la zona, según señaló su presidente, Joaquín León. Por ello, la asociación vecinal pide al ayuntamiento que realice nuevas mediciones para comprobar cuál es la situación actual.

Pero el consistorio ya ha avanzado que no tiene intención de actuar si no se registran problemas de ruido. El propio presidente de la Urbanización Guadiana reconoció que «no existen» en estos momentos, pero defendió que no estaría de más que el ayuntamiento actuase de «oficio» para revisar la situación tras estos años.

En la zona se han instalado nuevos negocios de restauración, en los que la actividad se desarrolla en horario diurno y que no causan quejas de los vecinos, según León, quien insiste en que tampoco con los bares de copas que siguen funcionando se han repetido los problemas de antaño.

Fue por la presión y a petición de los residentes, cansados de soportar las molestias que entonces generaban los negocios de copas durante la madrugada, a los que en esa época el público acudía de forma masiva, por lo que el ayuntamiento realizó un estudio sonométrico. El informe reveló altos niveles de contaminación acústica, sobre todo el fin de semana entre la una y las cinco de la madrugada, que causaban 13 pubs ubicados en la zona.

Para realizar las mediciones, se establecieron 16 puntos de medición de ruido en tres lugares los días que se registraba mayor ruido, la madrugada del viernes al sábado y 13 arrojaron un resultado superior a 10 decibelios, es decir, más del 75% de lo permitido. Conforme a este estudio, el ayuntamiento, por decreto, declaró entonces zona saturada de ruidos parte de la urbanización --100 metros con manzanas enteras en torno al espacio delimitado por las calles Castillo de Azagala, Castillo de Azuaga, Castillo de Villalba de Barros, Castillo de Rena y calle de Julio Cienfuegos.

Esta declaración conllevó suspender durante tres años la concesión de nuevas licencias de las actividades consideras como causantes de la saturación y requisitos más exigentes en los cambios de titularidad, aunque la medida no supuso el cierre de ninguno de los negocios ya implantados.

La crisis económica y el descenso de afluencia de público a esta zona de la ciudad, junto con la declaración de zona saturada de ruidos, hicieron que los vecinos recuperasen la tranquilidad que tanto ansiaban y por la que estuvieron años peleando. Ahora, no están dispuestos a que la situación se repita y, por eso, según León, piden al Ayuntamiento de Badajoz que actúe en previsión de que esta zona vuelva a ponerse de moda y la paz de los vecinos se vea de nuevo alterada por los ruidos.