Al cantante Valderrama le gusta tocar todos los palos, como demuestra en su espectáculo Casi Boleros que llevará el sábado a las nueve de la noche al teatro López de Ayala. Después de fusionar el flamenco con música oriental en su último disco, Moderna Tradición , ahora se atreve a hermanar el flamenco y la copla con el bolero.

En este espectáculo, el público pacense podrá ver al hijo de una de las parejas artísticas más conocidas de España --Juanito Valderrama y Dolores Abril-- interpretando las canciones que a él le gusta cantar "cuando nadie me ve" y que hasta ahora no ha tenido oportunidad de cantar en público.

Casi Boleros es, según definió, una miscelánea de canciones "en la que jugamos a hacer el flamenco como el bolero y el bolero como el flamenco y la copla". Para ello ha unido "un ramillete" de canciones suyas, de su padre y de otros cantantes como Charles Aznavour, Carlos Gardel, Quintero, León y Quiroga, Javier Solís o Víctor Jara.

Cuando a Valderrama se le pregunta por qué aborda tantos géneros, éste responde: "lo mío es grave" y retrocede a su infancia para dar una explicación. "He nacido en la fábrica del cante flamenco", pero al mismo tiempo reconoce que tiene 37 años y que también creció escuchando la música de Hombres G, Maikel Jackson o Queen, así como las rancheras y boleros de Lucho Gatica o Lola Beltrán que tanto admiraba su madre. "Mi crianza ha sido clave en mi trayectoria musical", señala.

El autor de los discos La memoria del agua , Alfileres o Ilusión , conoce el cante extremeño y la trayectoria de Porrina de Badajoz, que fue buen amigo de su padre, por lo que asegura que "es una responsabilidad cantar en Badajoz, porque aquí se sabe de flamenco y se espera de mí una versión más flamenca".

Por eso ha preparado algunas piezas del maestro Porrina y de flamenco "a mi manera", porque "yo no soy cantaor, le pego porque me gusta y me he criado con él, pero cantaor de flamenco no se puede llamar cualquiera".

Valderrama siente un gran respeto por el flamenco, "pero no me siento purista, creo que la música es libre y tiene que evolucionar, pero tiene que evolucionar desde el conocimiento de la tradición".

Considera que el futuro de la copla está en los creadores, "hace falta gente que componga, escriba y arriesgue" y rechaza el playback , que "ha hecho mucho daño a la música", él hizo una vez uno "y mi padre me pidió que no lo hiciera más".