Es raro el fin de semana en el que el servicio municipal de bomberos de Badajoz no tenga alguna salida para apagar el fuego producido en alguno de los contenedores de basura repartidos por las calles de la ciudad, cuyo origen casi siempre es el vandalismo. Según la información facilitada por el jefe del servicio, Fernando Bermejo, en lo que va de año los bomberos han tenido un total de 123 intervenciones para apagar fuegos en contenedores. Eso no quiere decir que sean todos los que han ardido pues, como explica Bermejo, en algunas ocasiones están tan quemados que ya ni siquiera se da aviso al servicio de extinción.

De estas 123 intervenciones, sólo 8 eran papeleras y 4 contenedores de obra, el resto eran contenedores de basura o de papel. Bermejo señala que en la mayoría de los casos estos incendios se deben a gamberradas de jóvenes, aunque hay casos en los que el origen es la negligencia de algún vecino que vacía en el contenedor restos de un brasero que no están del todo apagados. Estos casos sólo se producen en invierno, pero no es lo habitual. Además, la mayoría de estos percances ocurren en zonas céntricas de la ciudad, donde apenas se usa el brasero de picón. Bermejo apunta que casi siempre la causa es intencionada.

FIN DE SEMANA

Casualmente, buena parte de estos incendios se produce durante los fines de semana, de madrugada, justo cuando los jóvenes suelen salir de casa. De todas las intervenciones ocurridas este año, 48 sucedieron el fin de semana, entre la madrugada del sábado y la del domingo, lo que representa casi el 40%.

Estas gamberradas suponen al ayuntamiento un gasto anual superior a 25.700 euros (más de 4,3 millones de pesetas), teniendo en cuenta que cada contenedor vale unos 210 euros, aunque el precio varía en función de la cantidad que se adquiera. El concejal del servicio de limpieza en el Ayuntamiento de Badajoz, Antonio Avila, puntualizaba que a este gasto hay que sumar el que supone tener que retirar el contenedor quemado y dedicar un operario a sustituirlo por otro nuevo. También se estropean muchas papeleras, cuyo precio ronda los 36 euros. Cada ejercicio, el ayuntamiento debe destinar una partida a la reposición de contenedores debido a estos actos vandálicos.

El jefe de bomberos señala que en general estos sucesos no representan riesgos para las personas aunque en algunas ocasiones sí se han producido daños en vehículos aparcados junto a estos recipientes de plástico.

Fernando Bermejo es partidario de que los contenedores de basura fuesen de metal, como al principio. Bermejo es jefe de bomberos desde 1979 pero hasta 1990 también fue responsable del servicio de limpieza y en esta época se implantó el sistema de recogida de contenedores. Para Bermejo, la solución pasa por cambiar estos contenedores de plástico por los de metal, "es de sentido común".

Sin embargo, el concejal de limpieza recuerda que los contenedores de metal se sustituyeron por los de plástico por motivos de seguridad, que afectan a los operarios, para evitar que en la operación de vaciado resultasen atrapados. Además los de plástico son más ligeros.

Antonio Avila cree que la solución pasa por denunciar y cuando se localiza al autor de los incendios, obligarlo a que reponga el material destrozado. El concejal apuntaba que están pendientes de localizar al autor de varios fuegos en contenedores en María Auxiliadora.