El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara y la Diputación de Badajoz desmintieron ayer que se haya cometido alguna ilegalidad en el proyecto de rehabilitación del antiguo Bárbara de Braganza, que acogerá la sede del Consejo Consultivo y dependencias de la institución, respondiendo así a las críticas realizadas el jueves por la Asociación Amigos de Badajoz, que calificó la obra de "ilegal" y de "disparate".

La diputación explicó, a través de un comunicado, que desde el primer proyecto de obras se contempla una cristalera en la última planta, visado por el Colegio de Arquitectos en 2003; que tiene licencia de obras del ayuntamiento fechada en junio del 2004 y que "para mayor legalidad, el ayuntamiento aprobó con anterioridad una modificación al plan urbano vigente entonces que permitía la construcción de esa planta en el antiguo instituto, pero no en el edificio del viejo casino, hoy palacio provincial", precisa la nota.

También señala la diputación que el ayuntamiento aceptó que se cambiara el grado de protección del inmueble "de estructural a formal" y que "en contra de lo manifestado por la asociación, la obra cumple exhaustivamente la legalidad urbanística y cuenta con el dictamen positivo de Patrimonio", sin que en ningún momento se exigiera el retranqueo y aceptando el ayuntamiento "el cambio de protección porque su fachada data de principios del siglo XX y no del XIX".

La institución provincial explicó que el arquitecto de la obra, Manuel Casado Aguilera, comunicó voluntariamente a la diputación "y ésta a su vez al Servicio de Patrimonio de la Junta de Extremadura, el incremento en unos centímetros de la altura de esa planta".El motivo de esa comunicaciónfue el hallazgo tras el muro delparaninfo del trasretablo de laiglesia de Santa Catalina, conventooriginario del siglo XVII.

Esta circunstancia obligó aelevar la última cubierta “parasu mejor percepción”, así comounos rosetones en el refectoriodel convento; y “la certeza deque la toma de datos del edificiooriginario en cuanto al timpanilloque culmina el escudoy el dibujo del alzado no coincidencon la realidad, lo queobligó, precisamente, para integrardicho hallazgo, el incrementoen unos centímetros deesa última cubierta”.

SE HACE MUCHO / Por su parte,el presidente Fernández Varamanifestó anoche en un actode imposición de togas a nuevosabogados, que la cortinaacristalada cuenta con todoslos permisos, que si hay algúnproblema “es técnico y nopolítico” y pidió respeto por loque se hace en la ciudad.Además afirmó que si se producenestas situaciones, en referenciaal Bárbara y al cubo deBiblioteconomía también objetode polémica, es “evidenteque en Badajoz se hacen muchascosas en cuanto a recuperacióny rehabilitación de patrimonio”,y recordó otros edificioscomo la antigua cárcelhoy museo, el palacio de congresosantes plaza de toros, elpuente y la puerta de Palmas oel propio Bárbara de Braganza.

Vara recordó que el proyectosuperó todos los trámites y licenciasdesde el 2003 y que tresveces por la Comisión Regionalde Patrimonio entre ese año yel 2005. No obstante señalóque es cierto que la cortinaacristalada se ha elevado unoscentímetros, pero “eso es unproblema de visibilidad paraelementos patrimoniales quehay que valorar y que deben estudiary resolver los técnicos”.

TÉCNICO; NO POLÍTICO / Por eso,para él, no se trata de un debatepolítico, sino “un mero problemade ejecución de obra”, altiempo que aclaró que “en elcubo fuimos perjudicados yahora somos cofinanciadores,pero la obra no es nuestra”, asícomo fue claro al decir que“políticamente no se ha transgredidoninguna norma”. Varapidió a los ciudadanos que recuerdencómo estaban estosedificios y piensen si les gustabanmás antes.

Por otro lado, la diputación,en cuanto a la ampliación delMuseo de Bellas Artes, remitióel 27 de julio el proyecto básicoal ayuntamiento con todos losinformes de legislación urbanísticay de patrimonio yestá a la espera de las resolucionesdel ayuntamiento. Y señalóque “sin entrar en gustos personales”,se somete a lo que disponganlas normas.