La rotura de una tubería principal de la red de abastecimiento de agua junto al hotel Río provocó ayer inundaciones en dos garajes de cuatro bloques de pisos en la calle Mario Roso de Luna y anegó ésta y otras calles de la parte nueva de Las Moreras. El reventón de la tubería, de fibrocemento y con un diámetro de 600 milímetros, se produjo alrededor de las 6.30 horas de la madrugada y reventó la tapia de ladrillo que había en un ojo del puente llegando a la zona viviendas. A la mayoría de los vecinos les dio tiempo a sacar a la calle sus vehículos de los garajes, pero otros no llegaron a tiempo y dos turismos, una furgoneta y numerosas motos se quedaron en el interior. El agua tembién afectó a algunas estacias del hotel Río.

Operarios de Aqualia utilizaron dos camiones para bombear el agua de los garajes inundados, mientras que otros trabajadores procedían a reparar la rotura, sustituyendo el tramo de tubería afectado por otro de polietileno de 630 milímetros. Debido a la magnitud de los daños la reparación se prolongará durante la jornada de hoy.

Según relataron los afectados, el agua estuvo saliendo durante casi una hora y la calle Mario Roso de Luna se convirtió en "un auténtico río de agua y tierra". El agua también llegó a las calles Matías Ramón Martínez, Anselmo Arenas, Olga Ramos y San Segundo Flores, aunque no afectó a propiedades.

En el garaje que comparten los vecinos de los bloques 1 y 3 de Mario Roso de Luna el agua alcanzó un metro de altura y hubo algunos vecinos que no llegaron a tiempo de sacar sus vehículos. Fue el caso de Emilia Márquez y su marido, que no pudieron arrancar su furgoneta y tuvieron que dejarla en el interior, a pesar de que fueron los primeros en enterarse de lo que ocurría y avisar al resto de vecinos.

Tampoco Alejandro Muñoz pudo rescatar su coche. Es la segunda vez que su vehículo resulta dañado por la inundación de este garaje. Junto al suyo, estaban la moto y el turismo de Margo González, otra vecina, que tampoco logró sacarlos a tiempo. En el garaje de los bloques 5 y 7 el agua llegó al medio metro. La inundación también afectó a algunos trasteros.

Los vecinos aseguraron que en los últimos seis años es la tercera vez que el reventón de una tubería inunda sus garajes. La última vez que ocurrió fue hace apenas dos años. Por ello, criticaron que no se hubiesen tomado medidas y reclamaron que se construya un muro de contención y una canalización paralela al puente que desvíe el agua hacia al río y proteja la zona de viviendas ante esta situación.

El concejal de Aguas, Francisco Javier Fragoso, dijo que trasladará a los servicios técnicos las propuestas del vecindario, pero que los ingenieros son los que deben decidir qué actuaciones son las adecuadas. El edil lamentó los desperfectos ocasionados, que cubrirá la empresa y añadió que este tipo de roturas son imposibles de prever y que Aqualia actuando con rapidez para minimizar los daños.

La rotura de esta tubería provocó una bajada de presión en el suministro en gran parte de la ciudad y algunas zonas se quedaron momentánea sin agua, aunque poco después de las siete de la mañana, según la empresa, el servicio se restableció con normalidad. Fragoso señaló que el problema del suministro hubiera sido mayor si no se hubiera duplicado hace unos años la red con una nueva tubería colgante bajo el puente de la Universidad para garantizarlo.