Un centenar de trabajadores del Servicio Provincial de Extinción de Incendios (SPEI) protagonizaron ayer una concentración con una sonora pitada a las puertas de la Diputación de Badajoz, mientras que dentro se celebraba un pleno. Esto hizo que el popular Inocente Mayoral pidiera al presidente, Juan María Vázquez, que facilitara un acuerdo. Este explicó que se abrió una negociación hace tres días con una oferta a la que debían responder los bomberos. Por ello, dijo, "si ésta es la respuesta, sin haberse roto la negociación, estoy dispuesto a romperla yo", porque dijo que no aceptará negociar bajo presión.

Al término de la sesión, Vázquez afirmó que "estamos dispuestos a negociar la sentencia" que obliga a contratar a 135 bomberos para cubrir las plazas necesarias para que todos los parques comarcales cubran sus turnos y abran por la noche los cinco que ahora cierran, pero pidió que se respete el convenio vigente hasta el 2007.

Los responsables sindicales dijeron más tarde que "nos llamaron hace tres días para evitar esta protesta y nosotros la hemos suavizado", e insistieron en exigir la equiparación salarial con los bomberos cacereños, un nuevo reglamento y el cumplimiento de la sentencia.

A los trabajadores del SPEI se unió un grupo de bomberos del Ayuntamiento de Badajoz, que también están inmersos en una negociación.