Los vecinos de la barriada pacense Antonio Domínguez alertan de los peligros de la zona por los precipicios sin delimitar provocados por la demolición de los edificios afectados por el desbordamiento del arroyo Rivilla, en noviembre de 1997, y por el que fallecieron 17 personas.Según informa la agencia Europa Press, los residentes del barrio no permiten a sus hijos y nietos jugar, ni transitar por los alrededores para proteger sus vidas. Así, Manuel Gutiérrez recrimina que, pese a que ha transcurrido una década desde que aconteció la tragedia, el barrio necesita soluciones, ya que para él "el día menos pensado", algún pequeño, se quedará "pinchado en los hierros" que sobresalen del solar que tiene frente a su casa. En el mismo sentido se expresa Juan Rodríguez, quien critica el deterioro de la zona y los problemas que se derivan de esta situación. "Esto es un basurero y si alguien se cae por el precipicio se puede matar", sentencia, al tiempo que se queja de que las basuras acumuladas en los solares, donde se han derribado algunas de las viviendas, facilitan la proliferación de "bichería y cucarachas". Además, los afectados critican que mientras se están realizando obras en ambas orillas del arroyo, que discurre en paralelo a la barriada, para adecentar la zona, en cambio, a ellos les tienen abandonados. "En estos años no han arreglado nada. Esto es una vergüenza. Junto al Rivilla lo están preparando todo y aquí el ayuntamiento no nos hace caso", denuncia Antonia, otra de las vecinas. Cansados de que no les hagan caso, los residentes concilian su posturas para reclamar mejoras en la barriada, ya que, según subrayan, ellos "pagan tantos impuestos" como los demás ciudadanos", por lo que piden ser considerados "como personas". Desde la Asociación de Vecinos se quejan de que son más de 5.000 personas las que habitan la zona y pese a ello el Ayuntamiento de Badajoz hace oídos sordos a sus reivindicaciones. Así, uno de los vocales de la asociación, Manuel Bellarino, expone que llevan desde el año 2002 dando cuenta a las autoridades municipales "de las averías" que hay en el barrio y apunta que hace quince días les prometieron tomar medidas al respecto, pero según lamenta "a día de hoy no se ha recibido ninguna notificación". Además, reitera que son muchos "los bichos" que viven en los descampados que hay repartidos por toda la barriada, entre los que señaló la presencia de "ratas y culebras", además de "culebras y cucarachas".