La Asociación Contra el Ruido Espantaperros, integrada por vecinos del Casco Antiguo, ha registrado en el Ayuntamiento de Badajoz un escrito con el que solicita que la realización de medidas sonométricas para la nueva declaración de Zona Saturada por Acumulación de Ruidos, dado que la vigente prescribe el próximo mes de octubre, se amplíe a varias zonas que no están incluidas en la actual declaración. En concreto, se refieren a la calle Moreno Zancudo, la plaza Alta, la de San José y el inicio de la calle Santa Lucía, en el cruce con las calles Meléndez Valdés, Santo Domingo, Cardenal Carvajal y Santa Ana.

Esta asociación reclama al mismo tiempo la declaración de todo el área como Zona de Protección Acústica Especial, como recoge el artículo 25 de la Ley 27/2003 del Ruido, elaborando un plan zonal específico para la mejora acústica progresiva del medio ambiente, hasta alcanzar los objetivos de calidad que le correspondan como espacio residencial.

El ayuntamiento acaba de adjudicar a la empresa Laboratorio Extremeño de Acústica (Acustilab) la asistencia técnica para la revisión y comprobación de la situación actual del área del Casco Antiguo considerada acústicamente saturada. La primera declaración data del 2010 y se amplió en el 2014. Según el escrito de Espantaperros, durante los años en los que ha estado vigente, el nivel de ruido en el Casco Antiguo «no sólo no ha remitido sino que ha aumentado» y así lo demuestran las mediciones que han realizado. Argumentan que «se ha aumentado el número de bares, el número de veladores, el número de festividades a lo largo del año e incluso el número de días anuales en que se permite la ampliación de horarios a los locales».

Para los afectados por el ruido, la declaración «ha resultado ser de muy poca utilidad más allá de la no apertura de nuevos locales», pues no se han observado otras medidas de protección. Además, apuntan que en las zonas aledañas se han abierto nuevos establecimientos «agravando y agrandando el problema».