Aquí viven personas muy mayores y familias con hijos que tendrán que ir hasta la rotonda de las Grullas o la parroquia San Juan de Rivera para entrar o salir de sus calles; en coche, que si van andando, no veas la caminata". Así explicaba Antonio Nieto, vecino de la calle Codorniz, lo que se encontrará el vecindario cuando se cierre el cruce entre Pablo Neruda y Federico García Lorca, con las obras que se realizan por el Plan E.

Residentes de la barriada Cerro de Reyes se han concentrado ante las obras de la avenida Pablo Neruda para explicar a este diario la situación que se les plantea con esta obra; la solución que proponen, que es la construcción de dos rotondas; y anuncian que saldrán en manifestación y a cortar el tráfico para que el ayuntamiento atienda su demanda.

En la actualidad, el cruce permite salir y entrar en coche o caminando en cualquier dirección, pero si se prolonga la mediana de Pablo Neruda, se cerrará el cruce y los vecinos de las calles Codorniz, Alondra, Rubén Darío o Federico Garcia Lorca, entre otras, tendrán que dar un gran rodeo para acceder a sus domicilios, pues el vial se prolongará de forma ininterrumpida desde la rotonda de Las grullas hasta la BA-20, por el Hoyo de Calamón y el nuevo puente.

Es por tanto, en el cruce mencionado donde los vecinos reclaman que se mantenga el paso abierto mediante la construcción de una pequeña rotonda, y al final de dicho vial --al que se puede acceder desde distintas vías, pero por el que no se puede girar a la izquierda--, donde los vecinos piden que se haga otra rotonda como conexión con la BA-20.

Francisca Castillo señaló que "hay ancianos que no podrán dar ese rodeo y se pondrán en peligro si se hacen pasos de peatones como ocurre ahora en Luis de Góngora, donde ha habido muertos y por lo menos una decena de atropellos". También Isabel Castillo expuso su malestar, como Antonio Delgado, por la misma causa. Y Margarita Viera, de la calle Alondra. Carmen Trigo se refirió a "los casos en los que tengan que intervenir la policía, los bomberos o acudir una ambulancia, que tendrán que dar un rodeo tan grande que cuando lleguen lo que sea habrá terminado". Angela Piñero apuntó a "los taxis, que darán una vuelta que aumentará el coste de la carrera porque no podrá entrar como ahora".

Rosa Mora recordó que "aquí mucha obra, pero mi calle está hecha un asco y ahora los coches no podrán entrar". Victoriano Bocho y Saturnina Delgado, de la calle Codorniz también expusieron sus críticas, como Antonio González y Enrique Rodríguez, de la calle Alondra, que apostillaron con críticas al ayuntamiento las palabras de su convecina Felisa Méndez, alertando del riesgo de un tramo tan extenso que se convertirá en una vía rápida para los coches, como insistió en explicar la presidenta de la asociación de vecinos, Isidra Méndez.