La Plataforma para la Recuperación de Los Colorines alertó ayer de la aparición de nuevos puntos de venta de droga en la barriada y exigió que se incremente la presencia policial en la zona para controlar el menudeo. Su presidente, Antonio Chacón, criticó que la presencia de la Policía Nacional "no sea permanente", un compromiso que, según aseguró, adquirió con los vecinos la Delegación del Gobierno. "Si antes eran 30 familias las que vendían o escondían drogas en sus casas, ahora son 40. Se ha bajado la guardia y estamos preocupados", añadió.

Este diario contactó con la Delegación del Gobierno para conocer su postura ante esta denuncia, pero no obtuvo respuesta.

Con respecto al aumento del menudeo, el presidente de la Asociación de Vecinos del Gurugú, Ricardo Cabezas, reconoció que tiene constancia de que en Los Colorines reaparecen nuevos focos de venta de droga, pues cuando la policía "acaba con uno, aparece otro en el portal de al lado". No obstante, señaló que, aunque serían necesarios más efectivos y una presencia más continuada, la Policía Nacional está actuando.

COCHES ABANDONADOS Por otro lado, Chacón también se quejó de la "ausencia" de la policía local. Así, denunció que hay coches abandonados en las calles desde hace "más de mes y medio", colocados estratégicamente "para los aguadores" --personas que avisan a los traficantes de la presencia de la policía-- y que "nadie retira". Asimismo, aprovechó para criticar que el barrio "está en la penumbra", porque el alumbrado está estropeado y no se repara.

Preguntado por las denuncias de este colectivo, el concejal de la Policía Local, José Antonio Monago, recordó que la competencia de este cuerpo es la seguridad vial y que en Los Colorines "hay problemas de seguridad ciudadana". No obstante, añadió que aunque sigue siendo una barriada conflictiva, no tiene constancia de que se hayan incrementado los niveles de delincuencia y sí de que la Policía Nacional está actuando contra el tráfico de drogas.

En cuanto a las quejas por el alumbrado, informó de que los últimos proyectores que se repusieron tardaron "menos de 48 horas" en ser destrozados "con balines y hasta con balas". Añadió que las farolas aparecen tumbadas y con los cables arrancados y señaló que, aunque está en la "agenda" municipal su arreglo, también se deben atender otras necesidades.