La presidenta de la Asociación de Vecinos del Cerro de Reyes, Isidra Méndez, se quejó ayer de la lentitud de las obras de encauzamiento de los arroyos Rivillas y Calamón, así como del derribo de las viviendas. Siete años después de producirse la riada que afectó a esta barriada pacense, continúan sin concluir las actuaciones emprendidas para paliar los daños ocasionados y evitar futuras avenidas.

En recuerdo a las 22 víctimas de la trágica riada de 1997 los vecinos del Cerro de Reyes han invitado a todos los pacenses a la misa que se celebrará estar tarde en la Parroquia de Jesús Obrero.

Aunque la invitación también se ha extendido a las instituciones, como la delegación del gobierno y el ayuntamiento, Isidra Méndez comunicó su deseo de que sea una celebración "sin protocolos de ningún tipo".

En su opinión, "aún quedan muchos flecos sueltos". En este sentido, se quejó de que después de siete años queden casas sin derribar en distintos puntos del barrio. Las obras, según la presidenta de la asociación, van muy despacio y dificultan la circulación por el barrio.

La tromba de agua de los días pasados provocó, según Isidra Méndez, grandes lagunas entre la barriada de Santa Clara y la del Cerro de Reyes, y por el lateral que da hacia la carretera de Sevilla, lo que dificultó el paso de los vehículos.