Las asociaciones de Vecinos y la de Empresarios del Casco Antiguo están a favor de revitalización del mercado de Santa Ana y entre las opciones que proponen cabe la del mercado de abastos, como está ahora, pero tomando medidas que supongan que los puestos se ocupen, con tenderos o artesanos y pueda funcionar para atender a la nueva población que está ocupando el barrio.

El presidente de los vecinos, Pedro Alfaro, comentaba ayer que si es verdad que existe demanda de puestos, como dicen los comerciantes que todavía siguen en activo, el ayuntamiento debería alquilarlos. Sin embargo, Alfaro apunta que el equipo de gobierno niega que exista demanda. Si es así y no hay nadie interesado, Alfaro recuerda que el pleno municipal aprobó convocar un concurso de ideas, entre las que cabría un mercado de abastos.

El presidente de los vecinos entiende que si todos los comerciantes que están ahora hubieran aceptado la propuesta de trasladarse al nuevo centro comercial de Pardaleras, quedaba abierta la puerta al concurso de ideas, como decía al alcalde. Pero como ninguno de los tres tenderos quiere marcharse "no se puede trasladar a nadie en contra de su voluntad y menos si supone acabar con un servicio en la zona".

ADAPTACION

Alfaro piensa que la solución pasa por adaptar las instalaciones a los nuevos tiempos, sobre todo ahora que el Casco Antiguo se está repoblando y "es necesario que exista una oferta comercial de este tipo", porque además las dimensiones del actual mercado "son muy asequibles". Alfaro apunta que para revitalizarlo el ayuntamiento debería darle un impulso, con unos servicios generales. Además, entiende que no sólo debe albergar tiendas de productos perecederos sino que también podrían instalarse artesanos.

Por su parte, el vicepresidente de la Asociación de Empresarios del Casco Antiguo, Antonio García Salas, comentaba que ellos ya han defendido la propuesta de recuperar el edificio como mercado de abastos y de artesanos.

Pero "es complicado", ya que requiere "actuaciones contundentes", que pasan por llegar a una unidad de gestión de los locales, aunque cada puesto sea personal, de tal manera que, por ejemplo, haya alguien que se encargue de acciones promocionales o de que se cumplan las medidas sanitarias. García Salas entiende que esta actuación sería importante en la recuperación de este barrio y también necesaria.