La Asociación de Vecinos de la urbanización Guadiana ha construido un gran pipí-can, en un terreno frente al parque central de la barriada, para que los residentes de la zona que tengan perros dispongan de un lugar adecuado para llevarlos a hacer sus deposiciones y no las hagan ni en el parque ni en otros lugares por donde tienen que pasar los transeúntes.

Esta iniciativa, pionera en Badajoz después de que hace años se retiraran algunos pipí-can circulares de alrededor de un metro de diámetro instalados de forma experimental, es de momento la única visible en la ciudad y ha sido costeada por la propia asociación, con un importe de alrededor de 1.200 euros, según el presidente de la asociación, Toribio Gragera.

El pipí-can en cuestión consiste en la construcción de una plataforma de tierra, rectangular, de unos ocho por tres metros, con dos entradas, cerrada con vallas de madera tipo jardín y rodeada de setos. La asociación quiere presentar el proyecto a alguna institución para obtener una subvención.

Una vecina de la urbanización, Vicenta Rodríguez, paseaba ayer con su perra, Luna, que se resistía a entrar en un espacio desconocido para el animal. Esta mujer manifestó que "todo lo que se haga en beneficio del barrio me parece bien, pero a veces somos más sucias las personas que los animales". Y puso como ejemplo que "a veces, está lleno de botellas y residuos cuando hay muchas papeleras y contenedores alrededor". Sí logró entrar con el perro un joven, Juan Flores, quien manifestó su opinión positiva por esta nueva instalación.