Más de mil vecinos que viven en el entorno de la plaza de toros han hecho llegar sus firmas al Ayuntamiento de Badajoz, para dejar patente su rechazo a que el botellón se traslade a este recinto, a instancias de la administración local, y también se oponen a que en este lugar y sus alrededores se celebren fiestas multitudinarias.

Según explicó ayer el concejal de IU Manuel Sosa, estas firmas han sido recogidas en apenas dos días entre los habitantes de la zona. Las rúbricas van acompañadas de dos cartas en las que dos vecinos transmiten al equipo de gobierno y a la Junta su malestar por la situación.

En concreto, Andrés M. Romero Teodoro lamenta que el ayuntamiento y la Junta concedan permiso al empresario de la plaza para que en el recinto se celebren fiestas universitarias que atraen a un millar de jóvenes y otros muchos en los alrededores, "a plena luz del día". Este vecino se queja de que los jóvenes allí reunidos hacen sus necesidades bajo sus ventanas y al día siguiente tiene que desinfectar él mismo el lugar porque nadie lo hace. Andrés Romero apunta que el problema de llevar el botellón a la plaza de toros es que los jóvenes no se quedarán dentro, sino que ocuparán todos los alrededores. Este hombre señala además que aunque en esta zona haya "menos vecinos a los que molestar", los pocos que hay pagan religiosamente sus impuestos, como los de cualquier otro barrio.

INICIATIVA PROPIA

De la misma opinión es Juan Manuel González Martínez, quien afirma que, aunque el problema afectase a un solo vecino, "es más que suficiente". Este demandante sugiere que el ayuntamiento ofrezca a los jóvenes otros lugares donde no molesten a nadie, "o que sean ellos los que tomen la iniciativa". Juan Manuel González es de la opinión de que el problema del botellón afecta a toda la sociedad y exige diálogo con los padres, profesores, jóvenes y vecinos para buscar entre todos una solución a esta situación.

Respecto a la recogida de estas mil firmas, el portavoz del equipo de gobierno municipal, José Antonio Monago, defendió ayer --"a título personal"-- que la única opción es que todas las partes se sienten a negociar y plantearse "sacar el botellón fuera de la ciudad", habilitando unas instalaciones acordes con el uso que se les va a dar.

Monago dijo que ha hablado con los vecinos del coso taurino y apuntó que las soluciones posibles competen a la administración autonómica, porque en otras comunidades se ha prohibido por ley consumir alcohol en el casco urbano. El portavoz del PP piensa que "se está siendo muy mezquino" en este tema desde algunas instancias y no cree que se trate de un problema de educación, pues muchos de los que acuden al botellón son universitarios. Monago también apuntó la dificultad que existe a la hora de buscar una solución porque no existen "interlocutores válidos" de los miles de jóvenes que se concentran los fines de semana en la calle para beber.