Los propietarios de las viviendas adosadas de la carretera de Sevilla afectadas por la riada han denunciado que la Caja de Extremadura no normaliza su situación ni les compensa a pesar de haberlo prometido. Caja Extremadura financió primero y terminó de construir --cuando se declaró en suspensión de pagos la constructora-- las viviendas de Residencial Sevilla II Fase , que resultaron inundadas antes de entregarse a los propietarios. Afirman que la constancia de la compra son sus contratos con el promotor y los recibos bancarios y que "Caja Extremadura es la única propietaria legal", al no escriturarlas tras quedar anegadas. Asimismo, añaden que el presidente de la entidad prometió que "como justicia moral se nos recompensaría en la medida que lo fuera Caja Extremadura en el momento de la expropiación", pero ante la inminente expropiación, "sólo nos cabe oir que ellos no tienen conocimiento de tales conversaciones".

Julio Morales, director territorial de Caja Extremadura, manifestó primero de palabra y luego mediante un escrito a EL PERIODICO, que la entidad "ni tiene ni ha tenido interés en perjudicar a nadie de esta urbanización, sino al contrario, ha estado presente en las reuniones convocadas".

Decía también que "hemos dado muestras de buenas intenciones desde que la promotora se declaró en suspensión de pago, afrontando la finalización de las obras sin tener en cuenta las repercusiones financieras en que incurría". Añade que "comprende y se solidariza" con los damnificados, pero que "estas circunstancias no pueden ser utilizadas interesadamente en beneficio propio, y que Caja Extremadura es una de las grandes perjudicadas".