Las nueve familias desalojadas en helicóptero el domingo de Rincón de Caya, en Badajoz, por la crecida de este afluente del Guadiana, todavía no pueden volver a sus viviendas.

Según informa la agencia Europa Press, los afectados observaron esta mañana cuál es la situación y, aunque todavía no pueden regresar a sus hogares, al menos sienten alivio al conseguir cruzar con sus vehículos el badén anegado y de este modo alimentar a los animales que llevaban "tres días sin comer".

Para uno de estos vecinos, Enrique Pérez, la situación es incómoda y les acarrea "muchos inconvenientes" ya que permanecen realojados "en hoteles y casas de familiares" desde que tuvieran que dejar sus hogares.

Este hombre recuerda que ya han transcurrido tres días desde que fueran auxiliados por un helicóptero y el 112, tras verse sorprendidos por la rápida crecida de este afluente. "Vino de pronto", destaca antes de apostillar que no corría tanta agua por este mismo lugar "desde el 97, con la riada", que entonces causó casi una veintena de fallecidos.

De momento, los afectados no pueden alojarse en sus casas por recomendaciones de Protección Civil, puesto que se prevén más precipitaciones para los próximos días, según indica Carmelo Martín, padre de otros de los residentes, que esta mañana intentaba cruzar el badén para comprobar que ningún ladrón había entrado en la casa de su hijo.

"He venido para ver la casa y que no roben", asevera este pacense, quien asegura que hace años sugirieron la construcción de un puente como "solución" a las inundaciones que padecen cuando crece el Guadiana y en consecuencia este afluente, pero al parecer, "Medio Ambiente" no dio su visto bueno a esta propuesta vecinal.

Por otra parte, el Guadiana sigue creciendo a su paso por Badajoz y, según las últimas estimaciones realizadas por los medidores de la Confederación Hidrográfica, el río ha aumentado su caudal en un 132 por ciento en los últimos tres días.

Este organismo garantiza la seguridad para los vecinos de ambas orillas y continúa echando arena y grava a ambos lados a modo de dique para impedir que el agua se aproxime más a las barriadas limítrofes.

Hoy bomberos de la ciudad recorrían el río en zodiac, tratando de rescatar una camada de gatos y otros animales que quedaron aislados en un islote como consecuencia de la crecida del río.