Es tan solo una plaza cubierta de grava, con ocho bancos de madera desvencijados (eran nueve pero de uno solo quedan las patas), dos papeleras de plástico y dos grandes madroños, que son el orgullo del vecindario. No es mucho, pero para los vecinos de seis bloques de viviendas sociales en Camilo José Cela, en Suerte de Saavedra, es su parque, que cuidan ellos mismos porque aseguran que por allí no se pasan los servicios municipales y ellos se han encargado durante siete años de regar los dos árboles, que lucen frondosos. 90 familias disfrutan de este espacio y todas las tardes la plaza se llena de niños con sus padres y abuelos hasta bien entrada la noche.

Llevaban mucho tiempo pidiendo al ayuntamiento que adecenten este espacio pero en lugar de arreglárselo, el viernes pasado se enteraron, porque empezaron a vallar la plaza, de que este es el lugar cedido por el consistorio a Cáritas para que construya el centro social del barrio que proyecta desde hace diez años. Los vecinos de esta plaza no están dispuestos a consentirlo. No quieren que se les malinterprete, porque ellos defienden que el centro social es necesario y saben que beneficia a la barriada, pero piden que se construya en otro lugar. "Que conste que nosotros estamos de acuerdo con el centro pero lucharemos por el terreno", repetía una vecina. Por ello, el viernes retiraron ellos mismos las vallas que acababa de colocar la constructora contratada por Cáritas y ayer a las ocho de la mañana ya había unos cuantos "haciendo guardia" para impedir que entrasen las máquinas.

SORPRESA José María Vega, director de Cáritas, manifestaba ayer su "sorpresa" ante lo ocurrido. Cáritas no tiene preferencia por una ubicación concreta, el problema es que trasladarla ahora acarrearía más retraso y eso supondría, en primer lugar, tener más tiempo a Suerte de Saavedra sin su centro social; en segundo lugar, se incrementarían más los costes y, además, perjudicar a quienes ya tienen prevista la obra. Esta organización se muestra abierta a la negociación pero quiere que se comprenda el trastorno que se causa y que si se produce un nuevo retraso alguien tendrá que asumir el coste. De momento, Vega ya ha dado orden para que la obra no continúe hasta que se encuentre una solución.

Un grupo de vecinos, acompañados del presidente de la Asociación para la Recuperación de Suerte de Saavedra, Antonio Chacón, se reunió ayer con el concejal de Urbanismo, Celestino Rodolfo Saavedra, para exponerle el problema. El propio concejal estuvo el sábado en la plaza de Camilo José Cela. La Asociación de Vecinos de Suerte de Saavedra y el párroco, José Carracedo, se habían dirigido ya al ayuntamiento porque consideraban que en el espacio designado para el centro social, el edificio quedaría muy encajado y proponían otra parcela frente a la iglesia. El problema es que este segundo terreno tiene agotada la edificabilidad porque se prevé un bloque residencial junto a las pistas deportivas, con espacio libre en medio y para construir el centro social se tendría que aprobar una modificación.

El problema es que ni esta asociación ni Cáritas quieren que se demore más el proyecto. El concejal va a estudiar con los responsables del Plan General Urbano cuánto retraso supondría, porque su empeño es "conciliar a todas las partes". Según Celestino Rodolfo, el ayuntamiento no tiene interés en que sea en esta plaza, pero es suelo dotacional público y si no es ahora, en un futuro se edificará allí, a no ser que también se cambie su uso, pero sería una modificación estructural, más complicada.