El pavimento levantado, parte de la vegetación seca, juegos infantiles estropeados y los bancos llenos de excrementos de palomas. Esta es la situación de la plaza Diego de Badajoz, en la barriada de San Fernando, inaugurada en el 2004. Los usuarios de este parque urgen al ayuntamiento que se lleven a cabo mejoras en el mismo y se ponga fin a su progresivo deterioro, para que vuelva a convertirse en un lugar donde pequeños y mayores puedan disfrutar al aire libre.

Esta plaza se levantó sobre una explanada baldía de unos 3.400 metros cuadrados. Para solventar los problemas de desnivel que presentaba se construyó en tres alturas, En la superior, junto a la calle González Serrano, se puso una gran fuente y bancos, pero ahora el solado está destrozado y las plantas descuidadas. También se acumula la basura entre los setos y rincones. En la intermedia se hizo un área para jugar a la petanca, de la que ya no hay huella y que ahora usan los niños como campo de fútbol. Mientras, en la inferior se distribuyeron los juegos infantiles, algunos de ellos en lamentables condiciones en la actualidad (rotos, descoloridos y con astillas que suponen un peligro para los niños). También la madera del arenero presenta daños por el uso y el paso del tiempo. En la construcción de la plaza se invirtieron cerca de 400.000 euros.

No solo los usuarios de esta plaza han denunciado su lamentable estado y han pedido que se repare. El grupo municipal socialista ya instó al ayuntamiento a que acometiese una actuación de mejora en este espacio de manera urgente. El pasado mes de diciembre, el alcalde, Francisco Javier Fragoso, coincidiendo con una visita a una de las obras de reposición del acerado en una calle aledaña, anunció que «este año o el siguiente» el consistorio pondría a punto la plaza Diego de Badajoz. Los vecinos reclaman que esa actuación no se demore en el tiempo y se lleve a cabo cuando antes.