Después de siete años junto a la barriada de La Paz, el mercadillo de los martes cambió ayer su ubicación al otro lado del puente Real, tal y como había acordado el colectivo de vendedores y el ayuntamiento el pasado noviembre tras varios meses de desencuentros. Pero entre los vendedores se vieron caras de sorpresa y de decepción cuando por la mañana un funcionario de la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) les indicó el lugar donde debían instalarse y comprobaron que tenían que colocar su puesto sobre un suelo de tierra. Y es que sólo la mitad de la superficie del mercadillo había sido asfaltada.

A los que les tocó ocupar el primer tramo corrieron mejor suerte, ya que esta parte se encontraba asfaltada, aunque algunos afirmaron que no era asfalto, "es grava con alquitrán, por lo que en dos meses, cuando esto se levante, estaremos peor que estábamos en el otro sitio".

Las condiciones en que encontraron el nuevo mercadillo, provocó el malestar de buena parte del colectivo, y también de muchos clientes asiduos de los martes, en su mayoría mujeres de mediana edad que se quejaban de las dificultades para transitar por algunas calles por las piedras sueltas que se clavaban en los pies y la tierra. A medida que avanzaba la mañana y aumentaba el público en el mercadillo, la nube de polvo era mayor, lo que hizo a más de una clienta comparar el sitio con El Rocío.

Algo que destacaron como positivo fue la amplitud de las calles. Antonio Saavedra y Guillermo Pérez Vargas, que atendían sus puestos, coincidieron en "lo más beneficioso es que estamos más separados unos de otros, en lugar de estar tan apretados como antes".

Sin embargo, el sentir de muchos de ellos, como en el caso de Manuel Suárez era que "el cambio debería haber servido para mejorar en algo y no que ha sido para estar peor". Por eso, muchos se preguntaban en voz alta "¿en qué se ha gastado el ayuntamiento los 60.000 euros para asfaltar el mercadillo? .

En algunos corrillos, los vendedores criticaron "el incumplimiento del ayuntamiento, que nos ha subido las tasas, nos ha obligado a ponernos al día con los impuestos y las multas impagadas, y ahora nos dan un espacio lleno de tierra, sin servicios ni aseos".

El concejal de Mercados, Alberto Astorga, estuvo ayer en el momento de ubicar cada puesto en el nuevo espacio y destacó "la ausencia de incidentes". Aunque reconoció que la situación "no es perfecta" aseguró que "hay voluntad de resolver pequeños detalles". Para ello tiene previsto reunirse hoy con los vendedores, a los que, según dijo, "ya se les había comunicado que iban a estar en una zona de tierra".

Según explicó, en el terreno se ha hecho "lo que los técnicos llaman un doble tratamiento, que es como un asfalto muy endeble que para esta actividad es suficiente, el problema es que cuando no hay mercadillo lo utilizan como pista de rallyes".

No obstante, insistió en que "esta ubicación es provisional, y no se puede llenar de asfalto cuando es algo provisional. Si hay que gastar el dinero nos lo gastamos, pero que sea en una ubicación definitiva". En este sentido, Astorga dijo estar dispuesto a empezar a hablar con los vendedores de una nueva y definitiva ubicación, "me gustaría que llegáramos a un acuerdo sobre un sitio definitivo, tanto para ubicar el mercadillo del martes como el del domingo".

EN UN MES Por su parte, el portavoz de los vendedores, Antonio Salazar, destacó el descontento de los vendedores, "que exigen que se asfalte lo antes posible toda la superficie, que es lo que se acordó. El concejal se ha comprometido a que en un plazo aproximado de un mes se hará".

Salazar destacó el riesgo de que cuando llueva "se convierta el lugar en un barrizal" y recordó que "los vendedores no pueden vivir de la provisionalidad. Cada martes que no salga bien pierden, porque cada mercadillo es para ellos importante, es su fuente de ingresos". Además recordó que esa ubicación, en un principio, no era provisional, "nos hablaron de vallado y aseos, pero luego vinieron con que iban a vender el terreno y han hecho todo de forma precipitada".

COMODIDAD También iba a ser provisional la anterior ubicación y estuvo allí siete años, según recordaron ayer algunos vendedores, quienes afirmaban que "somos los autónomos más legales de España, pero ¿dónde están nuestros derechos?".

Salazar recordó que la situación actual del mercadillo afectará a las ventas si no se garantiza además la comodidad de los clientes, "y eso debe garantizarlo el ayuntamiento". En este sentido aseguró que "a todos los vendedores, estén o no en la zona arreglada, les interesa que se asfalte todo el terreno, porque si la gente decide dejar de venir por la incomodidad, perdemos todos". Por ello abogó porque se recapacite "y se emplee la lógica como la mejor vara de medir, y no es lógico que el mercadillo esté así, hay que buscar una solución antes de que llueva y sea demasiado tarde".

El acceso de los pacenses a pie provocó algunas retenciones en la glorieta de Caldas de Reihna y en el puente Real, ya que utilizaron el paso de peatones del puente para llegar.