Lo que beneficia a unos --trabajadores y desempleados-- parece que perjudica a otros --comerciantes--, como ocurre con las obras para transformar las calles Francisco Pizarro y Menacho en plataforma única. Esta obra, que forma parte de los proyectos incorporados por el ayuntamiento al Plan de estímulo de la economía, el empleo y la empresa --Plan E-- puesto en marcha por el Gobierno central para luchar contra la crisis económica, ha provocado las quejas de la mayor parte del comercio de esa zona porque afectan negativamente sus negocios.

La mayoría de los empresarios consultados han expresado sus quejas, no ya por las molestias propias de unas obras, que entiende y aceptan, como el objetivo de generar empleo, sino porque consideran que se han planificado sin tener en cuenta las necesidades del pequeño comercio en un periodo, el de las rebajas de verano, en el que tenían puestas sus esperanzas para mejorar las ventas en una situación de crisis como la actual.

Los principales inconvenientes que señalan son las dificultades de acceso; además de no circular los vehículos, se ha vallado buena parte de las calles afectadas dejando un estrecho pasillo para el tránsito de los compradores, así como del ruido que provocan los martillos neumáticos, el polvo y la falta de seguridad que conllevan estas estrecheces.

"HASTA LA POLICIA" Luis Jesús Trevijano, de Kocco, aseguró que entra menos público y que han disminuido las ventas, "se nota bastante", así como que recibe numerosas quejas de los clientes. "Hasta la policía dice que es un problema para ellos porque ahora hay más robos y no pueden entrar con las motos ni vigilar", señaló. En su opinón, "debían haber esperado a que pasaran los primeros días de las rebajas para que nos pudiésemos reponer un poco".

Lola, de Rober, admite que las obras afectan al comercio, pero lo entiende: "en algún momento hay que hacerlas", dijo, si bien admitió que "las vallas sí impiden el trasiego normal y se nota en las ventas un poquito".

José Antonio López, de Lacoste, consideró que es "incómodo". Teresa Buzo también se quejaba, aunque admite que "cualquier época es mala y ésta, más". Lo que ella echa de menos son aparcamientos "para competir con las grandes superficies". Lourdes Martínez, de Dulcería Gris, también ha visto disminuir las ventas en su tienda y teme que la situación empeore cuando las vallas las pongan en su acera.

PERDIDAS IMPORTANTES Nazaret Casas, de Comercial Castella, manifestó que "la obra nos afecta bastante, la gente no puede acceder a la tienda y se quedan en la puerta; nosotros para descargar mercancía tenemos que ir dos calles más abajo, y sí que se nota en las ventas, han bajado". José Angel Díaz, de Viajes Estrella del Sur se quejaba porque "entre las valles y la crisis, las pérdidas van a ser muy importantes" porque han comenzado a hacer las obras cuando más ventas pueden haber.

"Las obras están afectando muy negativamente, porque una calle comercial en temporada alta, está prácticamente cortada, la gente se encuentra todo lleno de obras y se da la vuelta. Están haciendo mucho daño, la gente viene menos", señaló Alfonso, de Confecciones H. En los mismos términos se pronunció Manuel Mendoza, de Maige, quien afirmó que "las obras nos están afectando muchísimo, porque no dejan pasar al público; creo que se han debido de estudiar de forma que hiciera menos daño al comercio. Nos dijeron que serían dos meses y ahora hablan de seis o siete".