La modelo catalana Verónica Hidalgo, que fue proclamada Miss España en el 2005, es oficialmente la pregonera del Canaval de Badajoz 2007, un papel que el ayuntamiento pacense le ha ofrecido porque está vinculada a la ciudad, donde ha abierto un negocio de copas y porque por su proyección puede promocionar el nombre de Badajoz.

--¿Cómo reaccionó cuando le ofrecieron ser la pregonera?

-- Muy bien, la verdad es que para mí es un placer dar el pregón en Badajoz. Yo no estoy acostumbrada, es la primera vez que voy a dar un pregón porque en mi tierra no es costumbre y me parece muy importante.

--¿Qué vinculación tiene con Badajoz?

--Conozco a mucha gente y voy mucho para allá. Ahora he abierto un bar de copas, la sala Chocolate, que es lo que más me vincula a Badajoz.

--¿Y cómo surgió la posibilidad de participar como socia en un bar en esta ciudad?

-- Tenía ganas de hacer algo mío y con Florita (Alonso) y Blanca (Tinoco, Miss Badajoz 2005) nos lo propusimos, vimos el local que estaba muy bien y dicho y hecho.

--Entonces ha sido su primera incursión en un negocio.

-- Exactamente. Desde que conocí a Blanca he ido mucho por Badajoz, me gusta esta tierra, la gente y es un buen sitio para hacer algo así. Creo que Badajoz es un lugar que la gente no conoce mucho y le hace falta darse un poco más a conocer porque es una tierra que a mí me encanta.

--¿Qué es lo que más le ha gustado de esta ciudad?

-- La gente, sobre todo, el ambiente y cómo te acogen.

--¿Conoce el Carnaval?

-- No, pero me han hablado mucho.

--¿Saldrá disfrazada al balcón?

-- Sí, me disfrazaré, pero todavía no sé de qué.

--¿Ha cambiado mucho su vida desde que alcanzó el título de Miss España?

-- El título me ha abierto muchas puertas, me ha permitido conocer mundo, viajar y abrir un poco la mente. En dos años he aprendido lo que no he aprendido en mi vida. No creía que pudiera trabajar en televisión y me ha dado la oportunidad.

--¿También tiene desventajas?

--Lo peor que se lleva es la intromisión en la vida privada, es difícil, pero te acostumbras.

--¿Va a cobrar por dar el pregón?

--No, bueno, hemos llegado a un acuerdo de unos gastos.